Cuando se menciona Dragon Ball Z, se evoca un universo cargado de acción, lleno de adrenalina y épicas batallas. Es recordar a Goku ensangrentado en Namek tratando de detener a Frieza, a Gohan derrotando a Cell con un solo brazo, a Vegeta sacrificándose por su familia, a la Genkidama y a innumerables momentos que dejan una huella imborrable en más de una generación.

Dragon Ball Z se ha convertido en el anime más influyente de su género, estableciendo muchos de los tropos del shonen actual. Sin la historia de Akira Toriyama, el mundo del anime no sería el mismo. La serie, adaptación del manga homónimo, narra la búsqueda de Son Goku por encontrar las míticas Esferas del Dragón, mientras hace amigos y enfrenta a rivales que lo desafían a superarse cada vez más.

La historia de Z inicia cinco años después del final de Dragon Ball, con Goku ya adulto, casado con Milk (Chi-Chi) y padre de Gohan. Todo comienza con la llegada a la Tierra de Raditz, un Saiyajin que revela la verdadera identidad de Goku y su misión de destruir el planeta. Tras la derrota de Raditz, Goku sacrifica su vida, lo que desencadena la llegada de dos Saiyajins aún más poderosos, Vegeta y Nappa.

Durante un año, los héroes de la Tierra se preparan para enfrentar esta nueva amenaza, mientras Goku entrena en la otra vida con Kaiosama para adquirir nuevas técnicas. Esta saga marcó un hito en la historia del anime, consolidando a Dragon Ball Z como un fenómeno cultural global.

La influencia de Dragon Ball llega a más de 100 países, incluido México, donde forma parte integral de la cultura del entretenimiento. Sus personajes icónicos, sus emocionantes batallas y su mensaje de superación han cautivado a millones de seguidores en todo el mundo, dejando un legado que perdurará por generaciones.

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