La Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) ha anunciado un ajuste significativo al Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) para el próximo año, afectando a productos de consumo cotidiano como la gasolina, el diésel, los cigarros y las bebidas saborizadas. Estos cambios entrarán en vigor a partir del 1 de enero de 2024.

Gasolina y Diésel

El ajuste al IEPS se traducirá en un aumento del 4.32% en los combustibles, siguiendo de cerca la tasa actual de inflación. En términos prácticos, esto se traduce en un incremento de 25 centavos de peso por litro para la gasolina Magna, 29.59 centavos para la Premium y 28.09 centavos para el diésel. Este cambio impactará directamente en el gasto de los consumidores que dependen de vehículos a gasolina o diésel.

Cigarros

Para los cigarros, la SHCP implementará una cuota por cigarro de 0.61 pesos. Este ajuste se traducirá en un aumento notable en el precio de las cajetillas, elevando, por ejemplo, el costo de una cajetilla estándar de 20 cigarros en 12.33 pesos. Los fumadores sentirán de manera directa el impacto financiero de esta medida.

Bebidas saborizadas

Las bebidas saborizadas no quedan exentas del ajuste fiscal, ya que se aplicará una cuota por litro de 1.57 pesos a partir del 1 de enero de 2024. Este aumento afectará el precio final de estas bebidas, generando preocupación entre los consumidores y la industria del sector.

¿Qué Impulsa este Ajuste Fiscal?

El IEPS es un impuesto que recae sobre la producción, venta o importación de diversos bienes, abarcando desde gasolinas hasta tabacos. En este caso, el aumento afectará directamente a los consumidores de combustibles, incrementando los costos asociados con la movilidad y el transporte.

Ramses Pech, especialista en energía, señala que el aumento no implica automáticamente un alza en los precios a partir del 1 de enero. Los estímulos a los combustibles dependen del precio del barril de petróleo, y actualmente, desde el 10 de diciembre, se está cobrando el 100% del impuesto sin aplicar estímulos. La situación económica global y la volatilidad del mercado petrolero podrían influir en la magnitud del impacto en los precios finales para los consumidores.

Este ajuste fiscal plantea desafíos adicionales para los bolsillos de los ciudadanos y pone de manifiesto la importancia de seguir de cerca la evolución de los precios en los primeros meses del próximo año.

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