Brasil, la nación suramericana conocida por su diversidad geográfica, se encuentra actualmente sumida en una ola de calor implacable que ha roto récords de temperatura, exacerbando una devastadora sequía que afecta extensas áreas de su vasto territorio, mayormente cubierto por la exuberante selva del Amazonas.

Desde el inicio del pasado julio, el Instituto Nacional de Meteorología del país ha registrado temperaturas sin precedentes en las principales ciudades del sur y la costa, superando los 40 grados centígrados. Río de Janeiro, la icónica ciudad costera de Brasil, experimentó uno de los días más calurosos jamás registrados, con los termómetros alcanzando los 42 grados centígrados. Lo que resulta aún más inquietante es que la sensación térmica superó los 47°C, marcando un episodio climático extremo que dejó a los residentes en busca de alivio en las playas cercanas. Este masivo éxodo a las costas generó un caos vehicular sin precedentes, con congestiones de tráfico que se extendieron por más de 10 kilómetros, reportaron medios locales.

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Sao Paulo, la mayor metrópolis de Brasil y de Sudamérica, no quedó exenta de esta ola de calor, ya que la temperatura en la ciudad llegó hasta los 36.5 grados centígrados, la cifra más alta registrada en lo que va del año y una de las más elevadas desde 1943.

Las autoridades han calificado esta situación de inusual, ya que estas altas temperaturas normalmente ocurren en diciembre. Atribuyen este fenómeno al cambio climático, que está alterando los patrones climáticos en todo el mundo. Durante el invierno, la parte norte y central de Brasil experimentó más de 70 días con temperaturas por encima de los 30 grados.

Este episodio de calor extremo no solo afecta a los humanos, sino que también tiene un impacto significativo en la vida silvestre. En el BioParque de Río de Janeiro, los trabajadores se vieron obligados a proporcionar paletas de helado con sabores a los animales para ayudarlos a sobrellevar la situación. Esto es otro ejemplo del impacto devastador que la crisis climática está teniendo en Brasil y de la urgente necesidad de abordar sus efectos.

Mientras Brasil lucha contra esta ola de calor histórica y la sequía que la acompaña, las autoridades y la población se enfrentan a desafíos cada vez mayores en su esfuerzo por mitigar los efectos del cambio climático y proteger su medio ambiente y su futuro. La necesidad de medidas concretas para abordar la crisis climática se ha vuelto más evidente que nunca, ya que los eventos extremos como este sirven como un llamado de atención sobre la urgencia de la acción climática a nivel global.

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