#Internacional Sudan, uno de los países más grandes de África, continúa sumido en enfrentamientos armados a pesar de una nueva tregua de tres días negociada por Estados Unidos y Arabia Saudita. La población civil se encuentra en una situación de extrema preocupación y muchos están buscando desesperadamente una forma de escapar de la violencia.
La tregua, que comenzó el martes, fue rápidamente socavada por el sonido de los intensos tiroteos y explosiones en la capital, Jartum.
Según los residentes, incluso hubo aviones de guerra sobrevolando la zona.
Desde el inicio de los combates el 15 de abril, se han declarado varias treguas que no han sido respetadas. Sin embargo, las pausas intermitentes durante el fin de semana
permitieron la evacuación de cientos de diplomáticos, cooperantes y otros extranjeros por tierra y aire. Para muchos sudaneses, esto es un indicio aterrador de que las potencias internacionales esperan un empeoramiento de la situación.
La tregua de los enfrentamientos será una extensión de la del fin de semana, que tuvo la misma duración.
El lunes por la noche, el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, anunció que había ayudado a negociar un nuevo alto el fuego de 72 horas. La tregua será una extensión de la del fin de semana, que tuvo la misma duración.
El ejército sudanés, comandado por el general Abdel Fattah Burhan, y las Fuerzas de Apoyo Rápido, un grupo paramilitar rival encabezado por el general Mohammed Hamdan Dagalo, dijeron que cumplirán el alto el fuego. En anuncios independientes, indicaron que Arabia Saudita también participó en las negociaciones.
Las FAR indicaron que el objetivo de la tregua es establecer corredores humanitarios que permitan a los ciudadanos acceder a recursos esenciales, atención médica y zonas seguras, además de evacuar a las misiones diplomáticas. La declaración del ejército, que empleó un lenguaje similar, agregó que respetará la tregua “a condición de que los rebeldes se comprometan a poner fin a todas las hostilidades”.
Mientras tanto, la población civil sigue en riesgo y muchos temen que la violencia se intensifique una vez que las evacuaciones terminen. Sudan necesita urgentemente soluciones pacíficas para poner fin a la crisis y evitar más sufrimiento para su pueblo.