#Internacional En los últimos años, China ha buscado consolidarse como un líder global en temas no solo económicos, sino también políticos y de seguridad. Para ello, ha dirigido gran parte de sus esfuerzos internacionales a mediar en diferentes conflictos en distintas partes del mundo. Su papel en la solución de tensiones en la península de Corea y en el acuerdo de paz en Afganistán son algunos de los ejemplos más destacados de su intento por ganar influencia y respeto en el ámbito internacional. Además, China ha tomado una posición más activa en las Naciones Unidas, en foros regionales y en otras organizaciones internacionales, buscando así fortalecer su posición como actor global relevante.
Se ha reportado que dos casos recientes han demostrado la búsqueda de algunos líderes mundiales por figurar en temas que van más allá de su liderazgo comercial. Uno de estos casos es el restablecimiento de relaciones diplomáticas entre Arabia Saudita e Irán, mientras que el otro es la propuesta presentada por China para poner fin a la guerra en Ucrania.
El pasado 21 de marzo, Xi Jinping, presidente de China, se reunió con su homólogo ruso, Vladímir Putin, con el fin de abordar la situación en Ucrania, entre otros asuntos. Pocos días antes, el Gobierno chino presentó un plan para poner fin al conflicto armado en Ucrania, que incluye un alto al fuego, el inicio de conversaciones y el respeto a las fronteras actuales.
La cercanía entre China y Rusia ha sido vista como un factor importante para que la propuesta tenga éxito y para que el Gobierno ruso esté dispuesto a dialogar y retirar sus tropas. El secretario general de la ONU, António Guterres, ha destacado la importancia del plan presentado por China en días recientes.