En un emocionante hallazgo arqueológico, se encontró el antiguo teatro personal del emperador Nerón gracias a exhaustivas excavaciones en las cercanías del Vaticano. Este lujoso edificio, que data de la época imperial romana, había permanecido oculto durante más de mil años, conocido únicamente por menciones en textos antiguos, hasta que arqueólogos lograron verificar su ubicación.

EMOCIONANTE DESCUBRIMIENTO

El descubrimiento se produjo durante el inicio de las obras para la construcción de un estacionamiento para el nuevo hotel en el patio del Palacio de la Rovere, un edificio renacentista del siglo XV construido sobre estructuras medievales. Los expertos del ayuntamiento de Roma pudieron confirmar que esta área albergaba el antiguo Teatro de Nerón, una estructura construida por el emperador romano en el lugar que antes pertenecía a los Horti de Agripina la Mayor, una vasta propiedad de la familia imperial Julio-Claudia donde también se encontraba un enorme circo para carreras de caballos.

Los restos descubiertos en las excavaciones incluyen parte de la cávea, la sección semicircular de las gradas donde se acomodaban los espectadores, y la escena del teatro, que conserva elementos arquitectónicos que testimonian el lujo y la opulencia del Teatro de Nerón, como columnas y decoraciones. La rica ornamentación arquitectónica, que incluye mármoles blancos y de colores, columnas jónicas estriadas y estucos recubiertos de láminas de oro, permitió datar el edificio con precisión entre la época de Calígula y Nerón.

Además del teatro en sí, las excavaciones revelaron raros ejemplares de copas de vidrio, cántaros, objetos cerámicos, insignias de peregrinos, restos óseos y matrices de rosarios que datan de la Edad Media. Estos hallazgos se atribuyen al hecho de que este lugar solía ser una ruta de peregrinación hacia la tumba de San Pedro, el primer papa, que según la tradición cristiana se encuentra debajo de la actual Basílica de San Pedro.

¿QUÉ FUE EL ANTIGUO TEATRO DE NERÓN?

El Theatrum Neronis fue un teatro de gran magnitud, capaz de albergar a miles de espectadores, y era frecuentemente disfrutado por el propio emperador Nerón, conocido por su afición a las artes y su participación en los escenarios romanos, recitando poesía ante la familia imperial, sus círculos más cercanos y, en ocasiones especiales, un público más amplio.

Los trabajos arqueológicos, que se han prolongado por casi tres años, aún continúan, con el objetivo de presentar los elementos descubiertos en un espacio museístico propiedad de la Orden Ecuestre del Santo Sepulcro de Jerusalén, que posee el Palacio de la Rovere. Se espera que en los próximos años, el público pueda admirar y apreciar estos fascinantes restos arqueológicos que revelan una parte de la historia económica y social de la ciudad de Roma durante la Edad Media.

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