Dulce Castillo
Desde su apertura en febrero de 1951, la panadería Flor de Pachuca ha conquistado los paladares de la comunidad gracias a su destacada maestría en la elaboración artesanal de las tradicionales roscas de reyes. Ubicada en la esquina de Guerrero y Juárez, en la colonia Centro, esta panadería ha mantenido viva la llama de una tradición que se remonta a más de setenta años, convirtiéndose en un emblema de la ciudad.
Gustavo Vargas Velasco, el actual encargado de la Flor de Pachuca, compartió que el proceso de elaboración de una rosca de reyes implica más de 7 horas de dedicación. La panadería ofrece más de cinco presentaciones diferentes, destacando la variedad en tamaños y precios para adaptarse a los gustos y necesidades de los clientes.
Flor de Pachuca
Las roscas, que oscilan entre 150 y 250 pesos, son cuidadosamente preparadas de manera artesanal con ingredientes de alta calidad. Harina de trigo, huevo, azúcar, mantequilla, sal, ralladura de naranja y frutas cristalizadas se combinan para crear una deliciosa mezcla, a la que se le puede agregar un toque de vainilla para potenciar su sabor.
Más allá de su exquisito sabor, las roscas de Flor de Pachuca tienen un significado profundo en algunas creencias religiosas. La forma ovalada de la rosca representa el círculo infinito del amor a Dios, mientras que las frutas cristalizadas simbolizan las joyas que adornaban las coronas de los Reyes Magos. El muñeco escondido en la masa representa al Niño Jesús, añadiendo un toque de misterio y tradición al momento de compartirla en familia.
Con más de siete décadas de experiencia, Flor de Pachuca continúa siendo un referente en la preparación de roscas de reyes, consolidando su presencia en el corazón de la población. La panadería no solo ofrece productos de alta calidad, sino que también se convierte en un vínculo generacional que endulza las festividades y celebra la rica historia de Pachuca.
Jair Velazquez
