Este miércoles, Omar Fayad rindió protesta como embajador extraordinario y plenipotenciario de México en el reino de Noruega, desencadenando una polémica en el Senado de la República.

El Senado ratificó el nombramiento de Fayad con 70 votos a favor, 33 en contra y dos abstenciones. Sin embargo, la designación no estuvo exenta de controversia, ya que la oposición expresó señalamientos sobre la presunta entrega del estado de Hidalgo a Morena durante su mandato como gobernador.

Entre críticas y cuestionamientos a su experiencia diplomática, la designación del exgobernador generó un intenso debate entre los legisladores. Los opositores acusaron a Fayad de entregar su entidad al partido Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) en las pasadas elecciones a cambio de una premiación con la embajada en Noruega.

Claudia Anaya, excompañera de partido de Fayad, expresó su descontento, afirmando que el embajador designado carece de méritos para el cargo: “Ojalá que les dé vergüenza lo que están haciendo, es una ofensa no sólo al Servicio Exterior Mexicano sino a la democracia de este país”, comentó.

Cecilia Suárez, del PRI, cuestionó la falta de transparencia y acusó a Fayad de beneficiarse por no interferir en las elecciones: “En la actual administración, el no estorbar en las elecciones garantiza jugosos puestos, por lo que increpó a su excompañero sobre qué tiene que esconder.”

Los legisladores de la oposición coincidieron en que Omar Fayad no está preparado para ocupar el cargo diplomático y subrayaron la importancia de no permitir que políticos sin experiencia ocupen posiciones de relevancia únicamente por lealtad partidista. La controversia en torno a esta designación resalta la creciente preocupación por la politización de cargos diplomáticos en México.

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