Eduardo Sánchez
El Premio Nobel de Química 2023 ha sido otorgado a Moungi Bawendi, Louis Brus y Alexei Ekimov por su destacado trabajo en el descubrimiento y síntesis de los puntos cuánticos. Estas diminutas partículas, de unas pocas millonésimas de milímetro, han transformado la tecnología actual, siendo esenciales en la creación de televisores a color y lámparas LED, además de tener aplicaciones en medicina y diversos campos.
La Real Academia Sueca de las Ciencias reconoció a Bawendi, Brus y Ekimov, destacados científicos en Estados Unidos por lograr lo que durante mucho tiempo parecía imposible: la creación de partículas de tamaño extremadamente reducido. Estas partículas emiten luz cuyo color está determinado por su tamaño, siendo las más pequeñas azules y las más grandes amarillas o rojas.
El descubrimiento de Ekimov en la década de los 80 fue crucial, seguido por el trabajo de Brus en la Universidad de Columbia, quien demostró los efectos cuánticos en partículas suspendidas en líquidos. Más tarde, Bawendi del MIT revolucionó la producción química de puntos cuánticos, creando partículas casi perfectas.
Actualmente, los puntos cuánticos tienen una amplia gama de aplicaciones prácticas, desde la fabricación de paneles solares hasta sistemas de iluminación para pantallas y televisores basados en tecnología QLED. Además, son esenciales en biomedicina, permitiendo imágenes a nivel intracelular para diagnóstico y tratamiento de enfermedades como el cáncer.
Estos “átomos artificiales” han abierto un nuevo campo en la nanociencia al permitir el estudio de electrones confinados en regiones de tamaño minúsculo, lo cual es fundamental para el avance tecnológico. Este premio subraya la importancia de la investigación fundamental en el desarrollo de aplicaciones tecnológicas.
El premio Nobel de Química 2023, dotado con aproximadamente un millón de dólares, reconoce el impacto significativo de estos científicos en la vanguardia de la ciencia y la tecnología.
Abigail Santos
