Un tribunal en Rusia condenó al reportero del Wall Street Journal, Evan Gershkovich, a 16 años de prisión tras un juicio que calificaron de secreto y expedito dentro del sistema judicial ruso, que se conoce por su alta politización. La sentencia, que sigue a una sesión a puerta cerrada en la ciudad de Ekaterimburgo, fue rotundamente rechazada tanto por el diario para el que trabaja Gershkovich como por el gobierno de Estados Unidos, quienes han calificado la acusación de espionaje como una farsa.
Petición de pena máxima y secretismo judicial
Durante los alegatos finales, la fiscalía había solicitado una pena de 18 años de prisión para Gershkovich. La solicitud de los fiscales refleja la severidad con la que se tratan los casos de espionaje en Rusia, donde los tribunales condenan a más del 99 por ciento de los acusados, y la fiscalía mantiene el derecho de recurrir sentencias que considere demasiado leves e incluso apelar las absoluciones.
El juicio, que transcurrió en un ambiente de elevado secretismo, destacó por restricciones a la prensa. Los reporteros que cubren el caso no pudieron acceder a la sala de juicio durante esta semana, a diferencia de sesiones anteriores en las que se les permitió observar brevemente antes del inicio de las vistas. El secretismo en casos de espionaje y traición es una práctica común en el sistema judicial ruso.
Contexto y acusaciones
A Gershkovich, de 32 años, lo arrestaron el 29 de marzo de 2023 mientras se encontraba en un viaje de trabajo en Ekaterimburgo, una ciudad en los Urales. Las autoridades rusas afirmaron, sin proporcionar pruebas concretas, que el periodista estaba recopilando información secreta para Washington. Gershkovich, nacido en Estados Unidos y hijo de inmigrantes de la antigua URSS, se ha convertido en el primer reportero occidental detenido en Rusia por acusaciones de espionaje desde el colapso de la URSS.
La detención de Gershkovich ha causado sorpresa entre los periodistas extranjeros en Rusia, a pesar de que el país ha implementado leyes cada vez más restrictivas contra la libertad de expresión desde el inicio de su invasión de Ucrania. La falta de evidencia y el carácter opaco del proceso judicial han suscitado preocupaciones sobre la verdadera motivación detrás de las acusaciones y el impacto sobre la libertad de prensa en el país.