La mañana de este viernes, víctimas del fatídico accidente ocurrido el pasado 29 de junio en una unidad de transporte de la Ruta Unidad se congregaron frente a las oficinas de la Secretaría de Movilidad y Transporte, ubicadas en la calle 16 de enero de 1869.
Entre ellos, Israel Camacho, quien, junto a otros afectados, busca respuestas y atención médica adecuada tras el trágico incidente que cobró la vida de dos personas y dejó a 14 más heridas sobre la carretera Pachuca-Actopan mientras abordaban la Ruta Unidad.
Camacho, uno de los pasajeros involucrados en el accidente, relató su angustiosa experiencia al no recibir atención médica adecuada en el hospital general, viéndose obligado a acudir a un hospital particular por cuenta propia.
“En el hospital general no me hicieron nada, tuve que ir a un hospital particular para que me dieran la atención debida”, señaló, además expresó su preocupación por la falta de respuesta del concesionario del vehículo y la incertidumbre sobre quién se hará cargo de los gastos médicos.
“No sabemos quién es el concesionario, ni siquiera sabemos quién se va a hacer responsable de nuestros gastos médicos, pues nos dicen que el seguro de la colectiva no va a responder, ya que el chofer no llevaba licencia de manejo”, añadió Camacho
subrayando la desesperación y el desamparo que sienten los afectados ante las trabas de las autoridades.
Por su parte, Paola Martínez, otra de las víctimas del accidente, describió el momento de la tragedia. “Iba muy rápido el chofer, tenía el asiento de al lado vacío entonces no había personas de pie, me encontraba en medio”, contó Martínez, quien resultó con un esguince cervical y lesiones en las costillas.
Lamentablemente, Paola también enfrenta dificultades para cubrir sus gastos médicos y la imposibilidad de reincorporarse a su negocio propio.
Ambos afectados coinciden en la necesidad urgente de respuestas por parte de las autoridades competentes y una adecuada compensación por los daños sufridos, incluyendo los ingresos económicos perdidos debido a la imposibilidad de trabajar.
La comunidad afectada por este trágico suceso clama por justicia y apoyo, mientras continúan enfrentando las secuelas físicas y económicas derivadas del accidente.