La Princesa Catalina de Gales se encuentra en el centro de la controversia tras admitir el lunes 11 de marzo haber manipulado una fotografía familiar, la primera oficial desde su operación abdominal. La imagen, retirada el domingo 10 de marzo por las agencias de prensa al descubrirse su alteración, ha generado una ola de críticas y dudas sobre la autenticidad de la misma.
En un comunicado difundido a través de la red social X, la princesa, de 42 años y esposa del príncipe heredero Guillermo, expresó sus disculpas por el revuelo causado: “Como muchos fotógrafos aficionados, ocasionalmente experimento con la edición. Quería expresar mis disculpas por cualquier confusión que haya causado la fotografía familiar que compartimos ayer”.
Una fuente cercana a la realeza británica señaló a la agencia PA que Catalina había realizado “algunos ajustes menores” en la imagen. Sin embargo, estos cambios han desatado más confusión y alarma en lugar de disipar las dudas sobre la salud de la princesa, que llevaba tiempo bajo escrutinio público.
La foto en cuestión, originalmente compartida con un mensaje de agradecimiento por el apoyo recibido durante su recuperación, mostraba a Catalina sonriente junto a sus tres hijos, Jorge, Carlota y Luis, con motivo del Día de la Madre en el Reino Unido. Sin embargo, un análisis detallado reveló que la mano izquierda de la princesa, que descansaba sobre la manga de su hija Carlota, había sido retocada, lo que plantea serias dudas sobre la integridad de toda la imagen. Además, se observaron otros posibles retoques en la mano izquierda y el cabello de Carlota, así como en la cremallera de la prenda de Catalina.
La reacción ante esta revelación no se ha hecho esperar, con numerosos comentarios en redes sociales cuestionando la ética y la transparencia de la manipulación de la fotografía por parte de la princesa. La situación ha puesto de relieve la presión mediática a la que están sometidos los miembros de la realeza, así como la importancia de mantener la integridad en la comunicación pública.
Por el momento, no se han emitido más comentarios por parte de los representantes de la familia real británica respecto a este incidente, pero queda claro que la polémica continuará siendo tema de debate en los días venideros.
Información de Newsweek en español