Jair Velazquez
La maestra Ifigenia Martínez, reconocida como pionera en la lucha por los derechos sociales y una figura clave de la izquierda mexicana, falleció a los 94 años de edad. Su deceso fue confirmado por el coordinador de Morena en la Cámara de Diputados, Ricardo Monreal, quien expresó en redes sociales: “Con profunda tristeza comunico el sensible fallecimiento de la maestra Ifigenia Martínez y Hernández… Que descanse en paz tan extraordinaria mujer y sus seres queridos encuentren pronta resignación”.
Apenas el pasado 1 de octubre, Martínez, a pesar de su deteriorada salud, tuvo un papel simbólico en la historia reciente de México al colocar la banda presidencial a Claudia Sheinbaum, la primera mujer en asumir la presidencia del país. Este acto la consolidó como un símbolo vivo de la transición hacia un México más inclusivo y democrático.
Una vida de lucha por la justicia social
Ifigenia Martínez nació el 16 de junio de 1930 en la Ciudad de México. A lo largo de su vida, se destacó como economista, diplomática, política y catedrática. Fue la primera mujer mexicana en obtener una maestría en economía por la Universidad de Harvard, marcando un hito en su carrera académica y política.
En sus últimos días, se desempeñaba como presidenta de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados, desde donde continuaba su incansable lucha por los derechos humanos y la justicia social. Su voz crítica y su compromiso inquebrantable con las causas sociales la convirtieron en una referente de la izquierda mexicana.
Reacciones y homenajes
La muerte de Ifigenia Martínez generó una ola de reacciones y homenajes desde diversos sectores políticos y sociales. La presidenta Claudia Sheinbaum, quien recibió de Martínez la banda presidencial, la describió como una mujer “consecuente y de convicciones”. Sheinbaum recordó el simbolismo de su voto en las últimas elecciones, un gesto que consolidó la trascendencia de su legado.
El gobernador de Hidalgo, Julio Menchaca, destacó su defensa de la autonomía universitaria y los derechos de las mujeres. Clara Brugada, jefa de gobierno de la Ciudad de México, también la despidió con profundo pesar, subrayando su resistencia y lucha contra el autoritarismo desde el Movimiento Estudiantil de 1968, en el que tuvo un papel clave, y su posterior liderazgo como la primera senadora de izquierda por la Ciudad de México.
Por su parte, Mario Delgado, actual secretario de Educación Pública, calificó a Martínez como una “luchadora incansable” que abrió las puertas para muchas mujeres en la política. Desde partidos opositores, como el PAN y el PRI, también se unieron a los homenajes. La diputada panista Noemí Luna destacó la dedicación de Martínez a las grandes causas del país, mientras que la bancada priista resaltó su amor por la patria y su ejemplo de dignidad.
Un legado imborrable
El legado de Ifigenia Martínez no solo radica en sus logros políticos, sino también en su trayectoria como académica. Fue directora de la Escuela Nacional de Economía de la UNAM durante los turbulentos años del Movimiento Estudiantil de 1968, defendiendo siempre los derechos de los jóvenes y de la comunidad universitaria. Además, fue una de las principales impulsoras de la equidad de género en la política mexicana, abriendo camino para que más mujeres ocuparan posiciones de liderazgo.
Martínez será recordada por su incansable lucha por un México más equitativo y justo. Su vida y obra seguirán inspirando a futuras generaciones de mujeres y hombres comprometidos con la justicia social y los derechos humanos.
Descanse en paz, Ifigenia Martínez.
Erick Morales
