Claudia Sheinbaum Pardo, en su primer mensaje como presidenta de México, detalló su compromiso con una política económica que mantendrá la autonomía del Banco de México, una política fiscal responsable, y un equilibrio sostenible entre la deuda pública y el Producto Interno Bruto. Destacó que se promoverá tanto la inversión pública como la privada, asegurando que las inversiones de accionistas nacionales y extranjeros estarán protegidas en el país.
Sheinbaum afirmó que durante su mandato no se incrementarán en términos reales los precios de la gasolina, diésel, gas doméstico ni electricidad. Asimismo, anunció que convocará a empresarios en las próximas semanas para ratificar un acuerdo que evitará aumentos en los precios de la canasta básica. Además, subrayó la importancia del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) como una plataforma para seguir impulsando la relocalización de empresas y promover el desarrollo regional con un enfoque en el bienestar y el cuidado del medio ambiente.
En el ámbito internacional, Sheinbaum destacó que la cooperación económica entre Estados Unidos, Canadá y México no es de competencia, sino de complementariedad. Reafirmó también el compromiso de México de fortalecer sus lazos económicos y culturales con América Latina, el Caribe, y otras regiones del mundo.
En cuanto al bienestar social, Sheinbaum anunció el lanzamiento de tres nuevos programas que beneficiarán a mujeres mayores de 60 años, quienes recibirán un apoyo bimestral en reconocimiento a su labor; a estudiantes de escuelas públicas de preescolar, primaria y secundaria, quienes recibirán becas; y a adultos mayores, quienes serán atendidos en casa a través de un programa de salud que implicará la contratación de 20,000 médicos y enfermeras.
En el campo judicial, Sheinbaum defendió la reciente reforma constitucional que establece la elección popular de jueces, magistrados y ministros. Aclaró que esta medida no busca el control presidencial sobre la Suprema Corte, sino que es un esfuerzo democrático para erradicar la corrupción en el Poder Judicial y garantizar que el pueblo decida sobre sus autoridades judiciales.
Finalmente, la presidenta reafirmó su compromiso de consolidar un sistema de salud público, gratuito y de calidad, aumentar la cobertura de educación superior con 300,000 nuevos espacios en universidades públicas y mantener el bienestar como prioridad, con programas sociales como Sembrando Vida y Jóvenes Construyendo el Futuro.