Ovidio Guzmán López, conocido como el “Ratón” y hijo del famoso narcotraficante Joaquín “El Chapo” Guzmán, comparecerá hoy ante un juez del Distrito Norte de Illinois, tras su extradición a Estados Unidos el pasado fin de semana. Identificado como el reo 72884-748, enfrenta cargos por tráfico de narcóticos y armas, así como lavado de dinero, junto a sus hermanos Joaquín, Iván Archivaldo y Alfredo.
De acuerdo con el expediente 09-CR-383-22, los hermanos Guzmán López, también conocidos como los “Chapitos”, ostentan un alto rango en el Cártel de Sinaloa y se les considera líderes de una red criminal dedicada a la importación de grandes cantidades de cocaína desde países como Colombia, Ecuador, Venezuela, Perú, Panamá, Costa Rica, Honduras y Guatemala.
La acusación afirma que tras la detención y posterior extradición de “El Chapo”, sus hijos asumieron el control de una fracción del cártel, intensificando las operaciones de tráfico de drogas hacia Estados Unidos. “Tras el arresto de su padre en 2016, Ovidio Guzmán López asumió un papel como líder y principal organizador del Cártel de Sinaloa”, señala la acusación.
Además de estos cargos, a Ovidio Guzmán se le implica otra acusación independiente que abarca el periodo de mayo de 2008 hasta octubre de 2021, cuando lo arrestaron las autoridades mexicanas en Culiacán.
Asimismo, él y sus hermanos enfrentan acusaciones en una corte de Nueva York, en donde se les señala como los principales traficantes de fentanilo a Estados Unidos, sustancia cuyo consumo desencadenó una grave crisis de salud en el país norteamericano.
Ovidio Guzmán fue extraditado a Estados Unidos el viernes 15 de septiembre en una operación sorpresa, después de haber permanecido detenido en el penal del Altiplano. Lo trasladaron en un jet Bombardier Challenger 605 con matrícula XB-NWD.
Si el caso llega a juicio y se dicta un veredicto de culpabilidad, Ovidio podría enfrentar una sentencia mínima de 20 años de prisión, extendiéndose hasta cadena perpetua. No obstante, en caso de optar por colaborar en busca de una condena más indulgente, se vería en la obligación de proporcionar información sobre sus hermanos.