Las últimas 72 horas han sido devastadoras para diversos municipios del estado de Hidalgo debido a intensas lluvias que han causado inundaciones, derrumbes, deslaves, caída de árboles y la muerte de al menos una persona. La magnitud de los daños ha generado una respuesta urgente de las autoridades y equipos de emergencia.
Hidalgo: Desbordamiento en Xochiatipan y Problemas en Pachuca
En Xochiatipan, Hidalgo, la tarde del domingo se reportó el desbordamiento de un arroyo en la comunidad de El Zapote. Las aguas del arroyo inundaron un número aún indeterminado de viviendas y la primaria local, dejando a varios pobladores atrapados. Los residentes tuvieron que recurrir a escaleras y cuerdas para refugiarse en los techos de sus casas y evitar ser arrastrados por la corriente desbordada. Hasta el momento, las autoridades municipales no han proporcionado un informe detallado sobre las afectaciones, ya que los esfuerzos se han concentrado en brindar ayuda a los afectados.
El sábado, la ciudad de Pachuca, Hidalgo, fue gravemente afectada por las lluvias, lo que llevó al despliegue del Plan DN III E por parte del Ejército Mexicano. Los severos anegamientos en calles y vialidades dejaron a decenas de automovilistas varados. La situación en Pachuca subraya la gravedad de las lluvias que también causaron serios problemas de tránsito en la región.
Fatalidades y daños en Santiago Tulantepec y Cuautepec de Hinojosa
En el municipio de Santiago Tulantepec, se localizó el cuerpo de un hombre en el río San Lorenzo. Al individuo, que cayó al caudal, lo arrastraron hasta la unidad deportiva de Tulancingo. La caída al río destaca el peligro de las condiciones meteorológicas extremas en la región.
En la comunidad de San Lorenzo Sayula, en Cuautepec de Hinojosa, la inundación de una vivienda provocó la subida del agua hasta un metro y medio de altura. Esto resultó en la pérdida de muebles, electrodomésticos, camas y colchones, afectando gravemente a una familia local.
Incidentes en Zimapán
El viernes, el municipio de Zimapán fue escenario de una intensa tromba que arrastró una oncena de automóviles, con uno de ellos cayendo a un barranco. Además, el evento meteorológico provocó el anegamiento de la parroquia de San Bernardino, causando daños adicionales en la comunidad.
La respuesta a los desastres naturales fue inmediata, con la intervención de las autoridades locales, estatales y federales para ayudar a los afectados y mitigar los daños.