Los persistentes aguaceros que azotan el Valle de México y la zona sur de Hidalgo tienen en vilo a los habitantes de Tula, quienes enfrentan la amenaza de un posible aumento súbito en el caudal del río Tula y la consiguiente anegación de calles en la ciudad.
Las autoridades municipales han intensificado sus medidas de vigilancia, manteniendo una estrecha comunicación con la Comisión Nacional del Agua (Conagua) y Protección Civil del Gobierno del estado. Esta coordinación busca estar preparados para implementar acciones de ayuda a la población en caso de emergencia.
A pesar de las obras de revestimiento que la Conagua realiza en el río Tula para mantener los niveles de caudal controlados, las intensas lluvias en el Valle de México obligan a desfogar grandes volúmenes de agua por los emisores Central y Oriente hacia el río. Este escenario ha llevado en ocasiones a situaciones críticas, donde maquinaria y trabajadores quedan atrapados, y se registran inundaciones y deslaves en las zonas de trabajo.
La preocupación de los habitantes se agrava con la inminencia de inundaciones en las calles y la posible entrada de agua a viviendas y comercios. El recuerdo fresco del colapso del drenaje el pasado 6 de diciembre, causado por su antigüedad y falta de capacidad, aumenta la aprensión de la comunidad.
Ante esta problemática, el gobernador de Hidalgo, Julio Menchaca Salazar, en su reciente visita a Tepeji la semana pasada, anunció que su gobierno destinó 50 millones de pesos del recurso recaudado por el pago de impuesto vehicular para la construcción de una nueva red de drenaje en Tula. Esta inversión busca fortalecer la infraestructura de la ciudad y mitigar los riesgos asociados a las precipitaciones pluviales.
Los habitantes de Tula esperan que estas medidas contribuyan a salvaguardar sus hogares y propiedades frente a las inclemencias del clima, al tiempo que las autoridades se mantienen en alerta para garantizar la seguridad y bienestar de la población en esta temporada de lluvias.