Eduardo Sánchez
El municipio de Alfajayucan, conocido por su destacada vocación agrícola, piscícola y ganadera, se encuentra actualmente sumido en una grave crisis de agua que está afectando severamente a sus agricultores y ganaderos, poniendo en peligro la producción de cultivos como maíz y avena, así como el sustento del ganado.
La presa Javier Rojo Gómez, situada en el ejido de Cerro Azul, es un claro ejemplo de esta problemática. Según el informe reciente de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), esta presa está al 75.1 por ciento de su capacidad. Sin embargo, su principal fuente de abastecimiento, el canal de interconexión desde la región de Tula – Tepeji, de la presa Endhó, también enfrenta dificultades, ya que se encuentra apenas al 81.3 por ciento de su capacidad. Además, el agua que se envía desde la presa Rojo Gómez hacia la presa Vicente Aguirre está en niveles críticos, con solo un 4.9 por ciento de su capacidad disponible.
En torno a la presa Javier Rojo Gómez, ha surgido una sociedad cooperativa en la comunidad de Zozea dedicada a la pesca comercial, que el año pasado fue la más productiva de Hidalgo, según el presidente de la agrupación, César Olguín Nicolás.
Por otro lado, los agricultores como Francisco Hernández González, residente de la comunidad de Cerro Azul, expresan su preocupación por la falta de apoyo gubernamental y la escasez de lluvias. Hernández González, quien depende del campo para subsistir, lamenta que en Alfajayucan solo puedan sembrar una cosecha al año debido a la insuficiencia de agua. La situación se torna aún más desalentadora cuando algunos intentaron sembrar dos cosechas el año pasado, resultando en pérdidas debido a la falta de agua que provocó la sequía de los cultivos.
La cruda realidad de la escasez de agua se refleja en la mano izquierda de Hernández González, que sostiene una mazorca de maíz sin granos debido a la falta de desarrollo por la escasez de agua, mientras que en su mano derecha lleva un machete, herramienta con la que lucha contra la maleza en su parcela.
Mientras tanto, los pescadores de la presa Vicente Aguirre, en Zozea, se ven obligados a buscar otras oportunidades de subsistencia, ya que este cuerpo de agua se encuentra al borde de la sequía, forzándolos a emigrar hacia otras regiones en busca de mejores condiciones de vida. La crisis de agua en Alfajayucan es una llamada de atención urgente que requiere medidas inmediatas para garantizar la supervivencia de sus comunidades agrícolas y ganaderas.
Dulce Castillo
