Eduardo Sánchez
La película Better Man, basada en la vida del cantante británico Robbie Williams, la cuál ha generado un gran debate debido a su innovador enfoque visual, finalmente ha llegado este 20 de febrero a salas mexicanas. Dirigida por Michael Gracey, reconocido por su trabajo en The Greatest Showman (2017), la cinta se aleja de las convencionales biografías musicales al representar a Williams como un chimpancé generado por CGI.
El filme no solo busca retratar la trayectoria del artista, sino también explorar su percepción de la fama y la identidad. Desde su estreno, ha causado una mezcla de asombro y escepticismo entre el público y la crítica, lo que ha impactado directamente en su desempeño en taquilla.
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Better Man: una elección simbólica y arriesgada
La decisión de representar a Robbie Williams como un chimpancé no fue tomada a la ligera. Según el propio cantante, esta elección busca reflejar la esencia del ser humano y su relación con la fama.
“Todo lo que hacemos como humanos es un espejismo. Decoramos el hecho de que somos animales. Esta película conecta porque, en un nivel subconsciente, reconocemos eso sobre nosotros mismos”, declaró Williams.
Para dar vida a esta peculiar versión del artista, se utilizó la tecnología de captura de movimiento, con el actor Jonno Davies interpretando los movimientos y expresiones del personaje. Michael Gracey ha destacado la importancia de esta decisión creativa, argumentando que no se trata solo de un logro técnico, sino de una herramienta para transmitir la vulnerabilidad y complejidad emocional de Williams.
Recepción y desempeño en taquilla
A pesar de su propuesta innovadora, Better Man no ha logrado el éxito comercial esperado. Con un presupuesto de 110 millones de dólares, la película ha recaudado hasta el momento apenas 20 millones, lo que representa una pérdida significativa para los productores.
La respuesta del público ha sido dividida. Mientras algunos espectadores han elogiado la audacia del proyecto, otros han encontrado difícil conectar con la historia debido a la representación alternativa del protagonista. La crítica también ha reflejado esta polarización, destacando la ambición artística del filme, pero cuestionando su efectividad como biopic.
A pesar de los números en taquilla, Better Man sigue generando conversación en redes sociales y en la industria cinematográfica. Resta por ver si logrará convertirse en una obra de culto con el tiempo o si su arriesgada apuesta quedará como un experimento fallido en la historia del cine musical.
