Jair Velazquez
El Gobierno del Estado de Hidalgo ha anunciado su intención de actuar como mediador en la disputa por el control de la planta de la cementera Cruz Azul, ubicada en el municipio de Tula de Allende. Esta decisión se da en respuesta a la solicitud del grupo que actualmente mantiene el control de la planta, liderado por Federico Sarabia Pozo.
En una rueda de prensa, el titular de la Secretaría de Gobierno, Guillermo Olivares Reyna, explicó que, a través de un oficio, Sarabia Pozo solicitó la intervención del gobierno estatal para encontrar una solución al conflicto sin recurrir a la violencia. Olivares adelantó que el Poder Ejecutivo del Gobierno de Hidalgo apoyará los esfuerzos para intentar la reactivación de la planta y así revitalizar la economía de la región, que ha estado afectada desde el cierre de la instalación en 2022.
El gobierno estatal también se compromete a endurecer la seguridad en el polígono para prevenir futuros intentos violentos de recuperar las instalaciones, como el que intentó recientemente el Consejo de Administración de Cruz Azul. Olivares subrayó que no se tomarán posturas a favor de ninguna de las partes involucradas y que se centrará en fomentar un diálogo conciliador, ya que hasta el momento no existen sentencias definitivas que favorezcan a alguno de los grupos en disputa.
Un camino hacia la conciliación
Guillermo Olivares también mencionó que se buscará un acercamiento con el Consejo de Administración para establecer una mesa de diálogo, aunque reconoció que el camino hacia una solución será largo, dado los procesos judiciales en curso. Mientras tanto, los cooperativistas han reiterado la necesidad de restablecer el suministro de energía eléctrica a la planta, el cual fue cortado por la Comisión Federal de Electricidad (CFE) debido a un millonario adeudo.
La situación en la planta de Cruz Azul se ha intensificado en las últimas semanas. El pasado 23 de septiembre, más de 200 personas, supuestamente provenientes del Estado de México, ingresaron a la planta, lo que resultó en un enfrentamiento armado con el grupo de Sarabia Pozo, que tiene las instalaciones tomadas. Durante los disturbios, 20 personas resultaron heridas.
Las autoridades de seguridad pública lograron detener a 120 de los agresores, aunque se estima que menos de la mitad de los 300 individuos que llegaron en camiones los arrestaron. A pesar de que se alegó que el grupo lo envió el Consejo de Administración de la Cooperativa Cruz Azul, este último se deslindó de los hechos en un comunicado.
Un conflicto prolongado por el control de la planta de Cruz Azul
La disputa por el control de la planta de Cruz Azul lleva más de tres años y se remonta a problemas iniciales entre Federico Sarabia y trabajadores en contra de Víctor Manuel Velázquez Rangel, presidente del Consejo Administrativo de la Cooperativa. Aunque el conflicto se originó en 2010, se intensificó en 2022, cuando Sarabia desconoció a Velázquez como presidente del consejo, lo que llevó a la toma de las instalaciones de la planta en Tula de Allende.
El Gobierno de Hidalgo ha manifestado su compromiso de trabajar como mediador en esta compleja situación, buscando una solución que beneficie a todos los involucrados y, sobre todo, a la comunidad que depende de la actividad económica generada por la planta.
