En una innovadora iniciativa, María Asunción Avendaño García, académica de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), en colaboración con Jesús Manuel Macías Medrano del Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social (CIESAS), ha desarrollado la primera base de datos sobre tornados en México. Este proyecto, titulado “Tornados México”, ofrece un análisis detallado de la ocurrencia de estos fenómenos naturales en distintas regiones del país y pronostica la aparición de aproximadamente 50 tornados para el año 2024.
Análisis y datos relevantes de los tornados en México
Durante una conferencia en el Instituto de Geografía de la UNAM, Avendaño García, geógrafa y maestra en Antropología, presentó datos reveladores sobre la frecuencia de tornados en México entre los años 2000 y 2023. En total, se registraron 773 tornados en ese período. Los años con mayor cantidad de tornados fueron 2015 con 98 eventos, 2016 con 74, y 2021 con 61.
Estados con mayor incidencia
El análisis también identificó los estados más afectados por tornados desde el año 2000. El Estado de México encabeza la lista con 75 tornados, seguido por Veracruz con 70, Chihuahua con 63, Tamaulipas con 53, y Tlaxcala con 51.
Características y clasificación de los tornados
Avendaño García explicó que un tornado se define como una columna de aire que rota violentamente en contacto con la superficie terrestre, originándose bajo una nube cumuliforme. Dependiendo de su origen, los tornados pueden clasificarse en dos tipos principales:
- Tornados de superceldas: Formados a partir de tormentas severas de larga duración con vientos en rotación, conocidos como mesociclones o superceldas.
- Tornados no superceldas: Generalmente, menos severos, formados bajo nubes cumulus congestus.
Para medir la intensidad de los tornados, se utiliza la Escala Fujita Pearson, que los clasifica en diferentes categorías según su severidad:
- Débil (Leve – F0, Moderado – F1)
- Fuerte (Significativo – F2, Severo – F3)
- Violento (Devastador – F4, Increíble – F5)
Este estudio es un paso significativo en la comprensión y preparación ante fenómenos meteorológicos extremos en México, ofreciendo una herramienta crucial para la mitigación de riesgos y la protección de la población.