Jair Velazquez
El presidente Andrés Manuel López Obrador respondió este miércoles a los recientes señalamientos de Genaro García Luna, exsecretario de Seguridad durante el sexenio de Felipe Calderón (2006-2012), quien desde su prisión en Estados Unidos ha acusado al mandatario de tener vínculos con cárteles del narcotráfico. García Luna, actualmente condenado por narcotráfico y a la espera de su sentencia definitiva en Nueva York, hizo las acusaciones en una carta enviada desde la prisión, pero no presentó pruebas concretas.
En su conferencia de prensa diaria desde Palacio Nacional, López Obrador calificó la carta de García Luna como parte de una estrategia de sus opositores para desacreditarlo y debilitar su movimiento de transformación. El presidente sugirió que el exfuncionario, que fue agente de inteligencia y espionaje, debería tener pruebas de sus acusaciones si realmente las tuviera, dada su larga trayectoria en el sector de la seguridad.
“Es muy sencillo: que presente las pruebas. Él tiene todo, porque se dedicó a eso durante más de 30 años. Si dice que tiene videos, llamadas y audios, que los dé a conocer”, afirmó López Obrador. El mandatario cuestionó la falta de evidencia concreta y desestimó las acusaciones de García Luna como una maniobra desesperada por parte de sus detractores.
Acusaciones y contexto
García Luna alegó que no puede presentar pruebas debido a que están en las cortes estadounidenses, pero López Obrador le sugirió que recurra a “sus amigos de la DEA” o a los medios de comunicación que previamente publicaron datos sobre supuestas donaciones del narcotráfico a la campaña presidencial de López Obrador. Estas investigaciones fueron cerradas por falta de elementos, según el mandatario.
López Obrador también criticó la postura de García Luna en su carta contra la reforma judicial, comparándolo con exmandatarios como Ernesto Zedillo y sugiriendo que están en la misma “asociación delictuosa” entre crimen organizado y delincuencia de cuello blanco.
Reacción presidencial y seguridad en Sinaloa
Ante la pregunta de si tomaría alguna acción legal por los señalamientos, López Obrador respondió que no planea actuar judicialmente. En cambio, defendió su administración y explicó que las acusaciones son parte de un esfuerzo por desprestigiarlo. “Nada más es explicar que están muy desesperados y son los jefes, los halcones mayores, son muy ingratos, porque lo dejan solo a García Luna”, comentó.
En cuanto a la violencia en Sinaloa, López Obrador reiteró el compromiso de su gobierno y de las fuerzas armadas para proteger a la población y prevenir enfrentamientos entre grupos criminales. El presidente criticó la cobertura mediática de la violencia en Sinaloa, comparándola con la situación en Guanajuato, donde hubo un mayor número de homicidios durante el mismo período. López Obrador acusó a sus opositores de usar la situación en Sinaloa para crear alarma y miedo entre la población.
“Estamos dándole seguimiento al problema de manera profesional y responsable”, afirmó el presidente, asegurando que el objetivo principal es proteger a los ciudadanos y evitar enfrentamientos entre grupos rivales.
López Obrador concluyó su intervención destacando que, a lo largo de su carrera política, ha enfrentado numerosas acusaciones sin fundamento y que la lección para los jóvenes es resistir las tentaciones y mantener la honestidad.
