Las “goteras”, un grupo delictivo cuyo modus operandi involucra drogar y robar a sus víctimas en bares y clubes nocturnos, han vuelto a generar preocupación después de la reciente muerte del empresario Iñigo Arenas Saiz en un bar de la Ciudad de México.
Esta práctica, que ha causado tragedias y alarma en el pasado. El nombre “goteras” deriva del método que utilizan para drogar a sus víctimas: generalmente emplean gotas oftalmológicas, que contienen sustancias sedantes o hipnóticas, en las bebidas de los hombres.
Una vez que las gotas hacen efecto, los hombres comienzan a experimentar un sueño profundo y no son conscientes de su entorno durante varias horas.
Durante este período de vulnerabilidad, las “goteras” aprovechan la situación para robar sus pertenencias, dejando a las víctimas sin sus objetos de valor.
En muchos casos, las víctimas ignoran lo que ha sucedido hasta que despiertan y descubren el robo. Sin embargo, no todos los incidentes terminan ahí.
En ocasiones, las dosis de las gotas oftalmológicas han sido excesivamente altas, lo que ha resultado en la muerte de las víctimas. Estos trágicos desenlaces han conmocionado a la sociedad y resaltan la gravedad de esta práctica criminal.
La noticia reciente sobre el fallecimiento del empresario Iñigo Arenas Saiz ha reavivado la preocupación sobre las “goteras” y su impacto en la seguridad de los entornos nocturnos.
Lamentablemente, en algunas ocasiones esta práctica termina en el envenenamiento de la víctima asaltada, provocando la pérdida del conocimiento, envenenamiento, obstrucción de vías respiratorias o infartos cerebrales.
El último ejemplo popular de este crimen fue el deceso de los luchadores La Parquita y Espectrito, también víctimas de la banda. En aquel momento se arrestó a las miembros de la Banda y se les relacionó con 23 homicidios y 32 robos.
Las autoridades están trabajando diligentemente para investigar el caso y tomar medidas para prevenir futuros incidentes similares.
La población en general debe estar alerta y tomar precauciones al salir a lugares de entretenimiento, así como estar consciente de su entorno y de la seguridad de sus bebidas.