A partir del lunes 26 de agosto, Brasil comenzará a imponer nuevas restricciones a la entrada de ciertos migrantes procedentes de Asia que buscan refugio en el país sudamericano como un medio para migrar a Estados Unidos y Canadá. La medida, anunciada este miércoles por la oficina de prensa del Ministerio de Justicia, busca controlar el flujo de migrantes que utilizan Brasil como un punto de tránsito para continuar su viaje hacia el norte.
La nueva política afectará a los migrantes asiáticos que requieren visa para permanecer en Brasil. Según una investigación reciente realizada por la Policía Federal, muchos de estos migrantes compran vuelos con escala en el aeropuerto internacional de São Paulo con la intención de permanecer en el país en lugar de continuar su viaje hacia sus destinos finales. Los documentos oficiales proporcionados a The Associated Press indican que este comportamiento ha llevado a un aumento significativo en las solicitudes de refugio en el país.
De acuerdo con los datos, más del 70% de las solicitudes de asilo presentadas en el aeropuerto de São Paulo provienen de personas con nacionalidad india, nepalí o vietnamita. Estos migrantes, al parecer, buscan aprovechar su estancia en Brasil para establecer una base desde la cual continuar su viaje hacia Estados Unidos y Canadá, donde esperan obtener mejores oportunidades laborales y de vida.
Medidas Impuestas por Brasil
Con la implementación de la nueva medida, los viajeros que no cuenten con un visado válido deberán seguir con su viaje aéreo programado o regresar a su país de origen. Esta política tiene como objetivo reducir el uso de Brasil como un punto de entrada para migrantes que, en muchos casos, buscan evitar los procesos migratorios establecidos en sus países de destino final.
El Ministerio de Justicia ha enfatizado que la medida es una respuesta a la creciente preocupación por la seguridad fronteriza y la integridad del sistema de asilo del país. Al restringir la entrada de migrantes sin visado, las autoridades brasileñas esperan mitigar el problema de los flujos migratorios no regulados y asegurar una gestión más efectiva de las solicitudes de refugio.
Impacto y Reacciones
La decisión de Brasil ha suscitado diversas reacciones tanto a nivel nacional como internacional. Activistas de derechos humanos han expresado su preocupación por cómo estas restricciones podrían afectar a los migrantes que, en muchos casos, están huyendo de situaciones de conflicto o persecución en sus países de origen.
Por otro lado, el gobierno brasileño defiende la medida como una estrategia necesaria para enfrentar el abuso del sistema de asilo y garantizar una migración ordenada y segura.