Jair Velazquez
En el año 2029, la Tierra será testigo de un fenómeno celestial extraordinario: el asteroide Apophis pasará peligrosamente cerca de nuestro planeta el viernes 13 de abril, ofreciendo una vista sin precedentes a millones de personas. Este coloso espacial, que viajará a una velocidad diez veces superior a la de una bala, será visible a simple vista en Europa Occidental y África, convirtiéndose en un espectáculo único que no requerirá telescopios ni prismáticos. Se estima que alrededor de 2,000 millones de personas podrán observar este raro acontecimiento.
A pesar de la proximidad de Apophis a la Tierra, los científicos aseguran que no representa una amenaza de colisión, ni ahora ni en un futuro cercano. Sin embargo, su sobrevuelo será el más cercano registrado de un asteroide de su tamaño, situándose a menos de 30,000 kilómetros de la Tierra, una distancia más cercana que muchos de los satélites que orbitan nuestro planeta. Este acercamiento ofrece una oportunidad sin precedentes para estudiar el comportamiento de los asteroides y perfeccionar nuestras capacidades de defensa planetaria.
Una ventana para la ciencia: La importancia del sobrevuelo de Apophis
El asteroide Apophis, que tiene un tamaño comparable a la altura de la Torre Eiffel y una forma similar a un cacahuete, lo descubrieron en junio de 2004 por el Observatorio Nacional de Kitt Peak. Inicialmente, su hallazgo generó alarma, ya que los cálculos iniciales sugirieron un 2.7% de probabilidades de que colisionara con la Tierra en 2029, lo que podría haber causado una catástrofe de magnitudes comparables a la destrucción de una ciudad como Nueva York. Debido a esta posibilidad, el asteroide fue bautizado con el nombre de Apophis, en honor al dios egipcio de la oscuridad y el caos.
No fue hasta marzo de 2021 cuando los científicos lograron descartar cualquier riesgo de impacto con la Tierra en los próximos 100 años, gracias a datos recopilados con una antena de radio de 230 pies en California. Este descubrimiento permitió eliminar a Apophis de la Tabla de Riesgo de Impacto Sentry de la NASA, una lista que monitorea los asteroides con potencial peligro de impacto en el futuro cercano.
Sin embargo, el sobrevuelo cercano de Apophis en 2029 será una oportunidad científica sin igual. El profesor Richard P. Binzel, del MIT, destacó la importancia de este evento: “La naturaleza nos hace este experimento una vez cada varios miles de años. Tenemos que descubrir cómo observarlo”.
Preparativos científicos contra el reloj
A medida que se acerca la fecha del sobrevuelo, los científicos enfrentan el desafío de preparar misiones que puedan estudiar Apophis en detalle. Aunque se ha avanzado en la defensa planetaria, como lo demostró la misión DART de la NASA, que logró desviar la órbita de un asteroide mediante el impacto de una nave espacial, todavía hay muchas incógnitas sobre Apophis que deben resolverse. Jason Kalirai, del Laboratorio de Física Aplicada de Johns Hopkins, advirtió: “Nos estamos quedando sin tiempo”.
La misión OSIRIS-APEX de la NASA ha sido redirigida para estudiar Apophis después de su máxima aproximación a la Tierra, utilizando imágenes de alta resolución para analizar los efectos de la gravedad terrestre en el asteroide. Sin embargo, debido a limitaciones de combustible, la nave espacial solo podrá alcanzar Apophis dos meses después del sobrevuelo, lo que subraya la necesidad de misiones adicionales que puedan estudiar el asteroide antes y durante su paso cercano.
El taller internacional “Apophis T-5 Years”, celebrado para fomentar la colaboración en misiones a Apophis, ha propuesto más de 20 naves espaciales y cargas útiles combinadas. Sin embargo, la financiación sigue siendo un obstáculo. “En un mundo ideal, tendríamos una flota de misiones a Apophis”, afirmó Kalirai, quien también señaló que “sin dinero, no hay Bruce Willis”, en referencia a la necesidad de recursos para llevar a cabo estas misiones.
Entre las propuestas en consideración, destaca la misión Ramses de la Agencia Espacial Europea (ESA), que busca estudiar Apophis antes y durante su máximo acercamiento. Esta misión está esperando la aprobación final de financiación por parte del Consejo de ministros de la ESA.
Mirando hacia el futuro: la responsabilidad de la defensa planetaria
El paso cercano de Apophis en 2029 será un recordatorio de la importancia de la defensa planetaria y la preparación para posibles amenazas de asteroides en el futuro. Aunque la probabilidad de un impacto catastrófico es baja, los científicos insisten en que es fundamental desarrollar y perfeccionar las herramientas necesarias para proteger la Tierra.
“La cuestión es cuándo y si seremos capaces de evitarlo antes de que ocurra”, afirmó Bruce Betts, científico jefe de la Sociedad Planetaria. A diferencia de otras catástrofes naturales, las colisiones de asteroides son prevenibles, siempre y cuando se cuente con los recursos y la tecnología necesarios para detectarlos y actuar en consecuencia.
El sobrevuelo de Apophis será una oportunidad sin precedentes para avanzar en este campo, y el éxito de estas misiones podría tener un impacto significativo en la seguridad planetaria a largo plazo. Como concluyó Binzel: “No se trata de tener miedo a crear un equipo de defensa planetaria. Se trata simplemente de una responsabilidad sensata”.
Abigail Santos
