
Las celebraciones oficiales por la autonomía de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH) transcurren bajo consignas críticas contra Gerardo Sosa Castelán, el líder de “La Sosa Nostra”.
Frases como “Fuera Sosa” han sido borradas o cubiertas inmediatamente, como si fueran mensajes prohibidos. Afuera de Preparatoria 3, por ejemplo, una de esas consignas fue tapada con pintura blanca apenas apareció.
Aunque la UAEH no niega el reconocimiento institucional de Sosa, desde hace años pieza central del denominado “Grupo Universidad” o “La Sosa Nostra”, las acciones reflejan una tensión latente entre la demanda estudiantil de rendición de cuentas y la consolidación del poder político del grupo.
El grupo, cuya influencia sobre la vida académica y administrativa de la UAEH data de décadas, ha sido objeto de investigaciones tanto periodísticas como oficiales. Un ejemplo reciente es la detención de Francisco Natalio Zamudio Isbaile, señalado como operador financiero de Sosa, acusado de crear empresas fachada y triangular recursos por más de 151 millones de dólares entre 2011 y 2018. Sin embargo este fue liberado por “falta de pruebas”.
Gerardo Sosa Castelán, exrector y exdiputado, ha enfrentado procesos legales por delitos como operaciones con recursos de procedencia ilícita, delincuencia organizada y peculado. A pesar de estos señalamientos, en 2024 fue beneficiado con una suspensión del proceso penal, lo que le permitió regresar parcialmente a la vida pública.
Hoy, el líder de “La Sosa Nostra”, encabeza las actividades y festejos por la autonomía de la UAEH. Mientras tanto, estudiantes, egresados y activistas han recrudecido las protestas, exigiendo transparencia institucional y autonomía real de la UAEH.
Las consignas borradas son símbolos de una lucha continua: por una universidad libre, y por terminar con el dominio de intereses políticos dentro del recinto educativo.