A medida que se acerca el 29 de septiembre, fecha de la primera ofrenda en honor a “San Miguel Arcángel”, los artesanos de la región huasteca se preparan con esmero para elaborar los artículos tradicionales que serán parte de los altares que honran a los seres queridos fallecidos. Esta celebración marca el inicio de las festividades previas al “Xantolo”, la versión local del Día de Muertos, en la que los altares son adornados con velas, alimentos y bebidas típicas.
Velas, un elemento esencial
Uno de los artesanos que se destaca en esta temporada es José Ramírez, del Barrio Chalahuitzintla, en el municipio de Jaltocán, quien lleva más de tres décadas dedicándose a la elaboración de velas. Este oficio, profundamente arraigado en la cultura huasteca, es esencial para las festividades de la región. En entrevista con Milenio, Ramírez expresó su orgullo por mantener viva esta tradición:
“Es mi fuente de trabajo, llevo varios años haciéndolo y también sirve para que este trabajo tradicional no se pierda”, comentó el artesano, quien elabora velas blancas, amarillas y de otros colores, dependiendo de lo que soliciten sus clientes.
Además de las velas tradicionales, Ramírez se especializa en la producción de velas de cera pura y en la creación de velas personalizadas: “A veces cuando los clientes las piden de colores, las hago al gusto, ya sea azul, negro, rojo, amarillo, variado…”.
Esfuerzo y dedicación en cada pieza
Pese a las dificultades económicas y el alto costo de los materiales, Ramírez sigue trabajando con entusiasmo, destacando que su labor le deja grandes satisfacciones personales: “Vamos al día, no es mucha la ganancia, pero ahí estamos echándole ganas. Es muy costoso el material, entonces no podemos hacer en mucha cantidad, pero por día, si avanzamos, podemos hacer alrededor de cuatro mil velas”.
Las velas, un símbolo con profundo significado ritual en la Huasteca, son indispensables en todo tipo de ceremonias y festividades, desde eventos familiares hasta fiestas patronales. Esta alta demanda ha permitido que Ramírez venda sus velas no solo en su municipio, sino en localidades cercanas como Atlapexco, Xochiatipan y hasta en municipios de Veracruz, como Benito Juárez y Platón Sánchez.
La primera ofrenda: 29 de septiembre
El 29 de septiembre, en honor a San Miguel Arcángel, marca el inicio de las ofrendas tradicionales. En esta fecha, las familias huastecas realizan una ceremonia conocida como “copaleo”, en la cual queman copal y hacen oraciones para pedir al arcángel que permita a los muertos bajar y acompañarlos en su fiesta. Como parte de la ofrenda, se colocan alimentos como tamales, mole, pan y bebidas como café o chocolate en los altares, honrando así a los seres queridos que ya no están presentes.
Con estas festividades a la vuelta de la esquina, el trabajo de artesanos como José Ramírez se convierte en un componente esencial para mantener viva la cultura y tradición de la Huasteca, ofreciendo no solo productos para los altares, sino también un sentido de comunidad y respeto por las costumbres ancestrales.