Una vez más, la comunidad de Juandhó, perteneciente al municipio de Tetepango en el estado de Hidalgo, se vio afectada por el peligroso fenómeno del huachicoleo. En la madrugada del miércoles 13 de marzo de 2024, los residentes de esta pequeña localidad fueron evacuados de sus hogares debido al riesgo de una fuga en un ducto de Petróleos Mexicanos (Pemex).
La situación alarmante comenzó cuando personal de seguridad física de la empresa estatal, en colaboración con el Ejército mexicano, llegó hasta cada vivienda para alertar sobre una inminente emergencia. Probables delincuentes habían perforado un ducto de la red de Pemex en la zona, pero la situación se salió de control y la fuga de gasolina se propagó rápidamente, generando un riesgo para la población circundante.
Ante esta situación, se activó un operativo de contención y resguardo para proteger a los habitantes de Juandhó. Se procedió a evacuar a la población hasta un albergue cercano para prevenir posibles pérdidas civiles en caso de que la fuga empeorara. Esta medida, si bien era necesaria por motivos de seguridad, causó preocupación y enojo entre los residentes de la localidad.
Una vez que se determinó que la fuga no representaba un riesgo inmediato, los habitantes de Juandhó comenzaron a organizarse para expresar su indignación y exigir acciones concretas para prevenir futuros incidentes. Hartos de vivir con el constante peligro que representan los ductos de Pemex en sus cercanías, los pobladores protestaron enérgicamente contra la práctica del huachicoleo y demandaron mayor seguridad por parte de las autoridades.
Este incidente subraya la necesidad urgente de abordar de manera efectiva el problema del huachicoleo y reforzar la seguridad en las instalaciones petroleras para proteger a las comunidades vulnerables. Los residentes de Tetepango y de otras zonas afectadas merecen vivir en un entorno seguro y libre de riesgos derivados de la actividad ilegal en torno al robo de combustible.
Información de La Silla Rota