Tras una ardua negociación con las autoridades municipales y la Dirección de Transporte Convencional estatal, los más de dos mil taxistas y operadores de camionetas urvan de transporte público de Tizayuca han decidido levantar el paro de labores que mantuvieron desde el pasado lunes. Este miércoles 14 de febrero, a las 4 de la mañana, reiniciaron sus actividades habituales de transporte.
El paro se desencadenó como respuesta a un acto de violencia ocurrido el domingo pasado, cuando un joven taxista fue brutalmente agredido por un grupo de mototaxistas pertenecientes a la agrupación “Los 300”, provenientes del Estado de México. El incidente tuvo lugar en las afueras de la plaza comercial Tizara, dejando al taxista gravemente herido y hospitalizado.
La alcaldesa de Tizayuca, Susana Ángeles, anunció la reanudación del servicio luego de sostener un diálogo con los representantes de las rutas de taxis y urvans, aunque no se han proporcionado detalles específicos sobre los acuerdos alcanzados. Este anuncio llevó a la suspensión del programa emergente de transporte implementado por la alcaldía, el cual incluía patrullas y vehículos oficiales para cubrir la demanda durante el paro.
Hasta el momento, no se captura a ningún agresor del joven taxista, según la Procuraduría General de Justicia de Hidalgo. A pesar de la exigencia de los operadores de transporte, tanto a nivel municipal como estatal, de expulsar a los mototaxistas mexiquenses que operan ilegalmente en Tizayuca, no se han tomado medidas concretas al respecto.
La presencia de mototaxis en Tizayuca, provenientes del Estado de México, ha generado controversia debido a su actividad ilegal. Aunque la Ley de Movilidad y Transporte de Hidalgo no autoriza este tipo de servicio, los mototaxistas de “Los 300” continúan operando diariamente en la región, transportando pasajeros desde y hacia Tecámac y Zumpango, así como hacia la zona industrial y centros educativos de Tizayuca.
La legislación estatal establece claramente las condiciones y características de los vehículos permitidos para el transporte público, excluyendo expresamente a las motocicletas y bicicletas adaptadas para este fin. Sin embargo, la falta de acción por parte de las autoridades para frenar esta actividad ilegal ha generado malestar entre los operadores de transporte legalmente establecidos en la región.
En conclusión, el levantamiento del paro de labores por parte de los taxistas y operadores de urvans marca un retorno a la normalidad en el transporte público de Tizayuca, aunque persisten los desafíos relacionados con la presencia de mototaxis ilegales en la zona, los cuales requieren una respuesta firme y coordinada por parte de las autoridades competentes.