Eduardo Sánchez
La noche del martes en la colonia Hidalgo del municipio de Huejutla, pobladores tomaron la justicia por mano propia al detener a un presunto ladrón acusado de robarle un celular a una niña de apenas cuatro años de edad. Tras su captura, el implicado fue rapado y obligado a desnudarse para luego ser exhibido por las calles del pueblo.
Los hechos ocurrieron cuando el presunto delincuente ingresó a un domicilio particular para arrebatar el móvil a la pequeña. Alertados por el incidente, vecinos se organizaron rápidamente para perseguir y detener al sujeto, quien fue alcanzado por los habitantes.
Una vez retenido, los ciudadanos registraron sus pertenencias y encontraron el celular robado, junto con otros dos teléfonos más. Ante esta evidencia, la indignación de la población creció y decidieron tomar medidas drásticas.
El presunto ladrón fue rapado en público y obligado a desnudarse, mientras le colocaban una cartulina con la frase “esto me pasó por rata”. Posteriormente, fue obligado a recorrer algunas calles como forma de exhibición.
Poco después, el individuo fue entregado a elementos de seguridad pública municipal, aunque no sin antes exigir que se le aplicara el castigo correspondiente por el delito que había cometido.
Estos hechos han generado un intenso debate en la comunidad sobre la justicia por propia mano y la aplicación de la ley. Si bien el robo es un delito condenable, la forma en que los pobladores decidieron castigar al presunto culpable ha generado opiniones divididas.
Las autoridades locales han expresado su preocupación por este incidente y han llamado a la población a no tomar acciones violentas por su cuenta. En lugar de eso, instan a denunciar los delitos a las autoridades competentes para que se aplique la ley de manera adecuada y sin poner en riesgo la integridad de ninguna persona.
Dulce Castillo
