En medio de la polémica y el rechazo ciudadano, el diputado federal con licencia y candidato al Senado de la República, Cuauhtémoc Ochoa Fernández, ha solicitado su reincorporación al cargo a partir del primero de mayo. Esta acción, que ha generado una ola de críticas y descontento entre los habitantes del V distrito federal electoral de Hidalgo, con cabecera en Tula, refleja el sentir de una comunidad que ve en la decisión de Ochoa Fernández un acto oportunista y una muestra más de la vivencia política.
El morenista, quien ha pasado por las filas del PRI y el Partido Verde, ha sido duramente cuestionado por la ciudadanía a través de redes sociales, donde es calificado como oportunista y vividor de la política. Se le reprocha su falta de compromiso con la representación ciudadana y su interés personal por mantenerse en el cargo, aún a costa del malestar de la población.
Uno de los puntos más críticos es el hecho de que, al reincorporarse a su curul en San Lázaro, Ochoa Fernández tendría derecho a cobrar los sueldos correspondientes a los legisladores federales hasta el final de la LXV legislatura. Esta situación ha generado aún más indignación entre los ciudadanos, quienes consideran injusto que el diputado, al abandonar temporalmente su cargo para buscar otro puesto de elección popular, pueda regresar y seguir percibiendo un salario que muchos consideran injustificado.
La decisión de Ochoa Fernández también afecta a su suplente, Verónica Monroy Elizalde, quien apenas duró dos meses en el cargo y no presentó ninguna iniciativa durante su breve periodo en la curul. Ahora, tendrá que volver a la banca, mientras el diputado titular retoma sus funciones.
Es importante destacar que, aunque Ochoa Fernández volverá a su encargo como diputado federal, no renunciará a la candidatura al Senado por Hidalgo que tiene actualmente. Esta dualidad de roles ha generado aún más críticas y ha llevado a muchos a cuestionar la ética y el compromiso del político con sus electores.
Con información de: Quadratín Hidalgo