El estado de Hidalgo recibe un refuerzo importante en materia de seguridad con la llegada de 300 integrantes del Ejército Mexicano. Estos efectivos tienen como objetivo sumarse a las actividades de seguridad para combatir el robo de hidrocarburos en la región.
El propósito principal de esta acción es fortalecer las medidas de seguridad para prevenir la extracción ilegal de combustible, una problemática que ha afectado significativamente a la industria petrolera y a la seguridad pública en la zona. La llegada de estos efectivos se da en coordinación con la Guardia Nacional y las autoridades locales, con el compromiso de respetar en todo momento los derechos humanos de las personas.
Según un comunicado de prensa emitido al respecto, las fuerzas del Ejército Mexicano desplegadas en Hidalgo llevarán a cabo diversas actividades para alcanzar este objetivo. Esto incluye reconocimientos y patrullajes en los ductos de hidrocarburos, así como la vigilancia de las instalaciones de Petróleos Mexicanos (Pemex) y la protección de los puestos militares ubicados en las principales vías de comunicación de la región.
La presencia militar en estas áreas estratégicas busca disuadir y combatir activamente el robo de combustible, una actividad ilícita que ha representado no solo una pérdida económica para la industria petrolera, sino también un riesgo para la seguridad de la población y el medio ambiente.
El fortalecimiento de la seguridad en Hidalgo se vuelve aún más relevante ante la proximidad del inicio de las campañas electorales, período en el cual es crucial mantener un ambiente de tranquilidad y orden público. La cooperación entre las fuerzas armadas y las autoridades locales es fundamental para garantizar la integridad de los comicios y el respeto al estado de derecho en la región.
Con estas acciones, se espera un mayor control sobre la sustracción ilegal de hidrocarburos y un refuerzo en la seguridad de la población hidalguense, así como una contribución significativa a la estabilidad y la legalidad en la región.