En un movimiento crucial contra la discriminación y los abusos hacia la comunidad LGBT+, el Senado de la República aprobó en abril de 2024 reformas al Código Penal y a la Ley General de Salud para prohibir y sancionar los Esfuerzos para Corregir la Orientación Sexual y la Identidad de Género (ECOSIG), conocidos popularmente como “terapias de conversión”.
Estas prácticas buscan coercitivamente cambiar la identidad sexual de las personas, y ahora acarrean penas de dos a seis años de cárcel, incrementadas al doble si las víctimas son menores de 18 años, adultos mayores o personas con discapacidad.
Iván Tagle, defensor de los derechos humanos y director de Yaaj México, organización dedicada a la promoción de los derechos de las comunidades LGBT+, destacó la gravedad de estas prácticas basadas en su propia experiencia personal: “Mis padres me llevaron a un centro donde intentaron ‘curar’ mi homosexualidad.
Crecí en un entorno que consideraba a los homosexuales como enfermos mentales, lo cual me llevó a ser víctima de tratos crueles e inhumanos.”
Hidalgo se ha posicionado como una de las primeras entidades en legislar contra estas prácticas, clasificándolas como tortura y discriminación hacia las personas LGBT+. Sin embargo, a nivel nacional, persiste la falta de una prohibición clara y efectiva.
En una conferencia reciente titulada “La lucha por la despatologización de la comunidad LGBTTTIQA+ en México”, celebrada en el congreso estatal de Hidalgo, Iván Tagle presentó cifras alarmantes sobre los ECOSIG, destacando que estas instituciones han provocado un grave impacto en la salud mental de las personas, llevándolas incluso al suicidio.
“Estos centros inducen a las personas a un choque emocional que las hace renunciar a su propia identidad, empleando métodos como exorcismos, abusos sexuales y terapia de electroshock”, denunció Tagle.
Arlan Cruz Olvera, regidor municipal en Pachuca, subrayó la magnitud del problema de los ECOSIG, indicando que el 5.1% de la población en México se identifica como parte de la comunidad LGBTIQ+, y en Hidalgo, más de 110,000 personas forman parte de esta diversidad sexual.
Cruz también enfatizó que el 33% de estas personas tienen entre 15 y 25 años, lo que subraya la vulnerabilidad de las juventudes frente a estas prácticas dañinas.
Además, una encuesta reveló que el 13.9% de personas transexuales en México fueron obligadas en algún momento a asistir a un psiquiatra para cambiar su identidad, una práctica profundamente lamentable y violatoria de los derechos humanos.
El trágico caso de Alan Turing, el reconocido matemático y pionero de la computación, quien enfrentó una castración química y posteriormente se suicidó, sigue siendo un recordatorio sombrío de los efectos devastadores de la discriminación y la intolerancia hacia la diversidad sexual.