Según los datos recabados por la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición, la incidencia de hipertensión arterial en Hidalgo se sitúa en un 18% entre las mujeres y un 15.5% entre los hombres. Estos resultados reflejan un aumento significativo a partir de los 40 años, coincidiendo con la media nacional del 18.0%.
El propósito fundamental de la detección temprana es identificar a los adultos que, sin ser conscientes de su condición, presentan niveles elevados de presión arterial, ya sea limítrofe o sistémica, así como aquellos en riesgo de desarrollarla.
El “asesino silencioso”, como se conoce a menudo a la hipertensión, generalmente no muestra síntomas evidentes. Sin embargo, en ocasiones, puede manifestarse con dolores de cabeza, dificultad respiratoria, vértigos, dolor torácico, palpitaciones cardíacas y hemorragias nasales.
Este trastorno se posiciona como uno de los factores de riesgo cardiovascular más prevalentes en la población mexicana, a menudo vinculado al sobrepeso y la obesidad.
En las unidades de salud, se llevan a cabo evaluaciones nutricionales para identificar el sobrepeso y la obesidad mediante antropometría y cálculo del Índice de Masa Corporal (IMC). Además, se realiza la detección de factores de riesgo para la hipertensión arterial mediante cuestionarios y mediciones de la presión arterial, promoviendo estilos de vida saludables.
Es imperativo destacar que todas las personas mayores de 20 años deben realizar mediciones periódicas de la presión arterial en las unidades de salud cercanas, ya que el conocimiento de los valores es crucial. En caso de hipertensión, el personal médico proporcionará la orientación necesaria.
La hipertensión, también conocida como tensión arterial alta, es un trastorno persistente que puede dañar los vasos sanguíneos. La conciencia y el manejo adecuado son fundamentales para abordar este desafío de salud pública.