En una reciente actualización de la situación epidemiológica en Hidalgo, la Secretaría de Salud federal reportó un incremento en los casos de COVID-19 e influenza en el estado, poniendo en alerta a las autoridades de salud locales. Durante la última semana, hasta el 14 de abril, se registraron 13 nuevos casos de COVID-19 y una defunción, mientras que la influenza también mostró un repunte con 18 casos y dos fallecimientos.
Estas cifras sitúan a Hidalgo en una posición preocupante con respecto a la salud pública. Desde el inicio de 2024, se han contabilizado 231 casos de COVID-19, con 15 personas fallecidas debido a complicaciones asociadas al virus, lo que refleja una tasa de mortalidad del 6.4% entre los infectados en la entidad.
En comparación, la influenza ha demostrado ser aún más letal durante su temporada de vigilancia, que comenzó en la semana epidemiológica 40 de 2023 y se extiende hasta la semana actual. Hasta la fecha, se han confirmado 491 casos con 44 muertes, resultando en una tasa de mortalidad del 8.96%.
Hidalgo, lamentablemente, ostenta el primer lugar a nivel nacional en número de decesos por influenza, un indicador de la severidad con que esta enfermedad está impactando a la región. La ocupación hospitalaria en el estado mantiene niveles manejables, con un 7.4% en camas generales. No obstante, el Hospital General de Pachuca y el Hospital General de Huichapan reportan una ocupación del 23% y 20%, respectivamente. Afortunadamente, las camas con ventiladores no registran ingresos hasta el momento.
El perfil demográfico de los afectados revela que los grupos más vulnerables son las personas mayores de 65 años, seguidos de los que tienen entre 60 y 64 años, y otros grupos etarios más jóvenes. La media de edad de los contagiados es de 34 años y hay una predominancia del virus en mujeres, quienes representan el 57% de los casos.
En un esfuerzo por mitigar la propagación de estos virus, se están reforzando las campañas de vacunación y educación pública sobre las enfermedades respiratorias, especialmente dirigidas a los grupos de mayor riesgo. Con estas acciones, Hidalgo busca controlar la situación y garantizar la salud y seguridad de sus habitantes.