Eduardo Sánchez
El diputado federal del Partido Acción Nacional (PAN), Gabriel Quadri de la Torre, llevó a cabo una clausura simbólica de la refinería Miguel Hidalgo de Tula, en un acto donde demandó una exhaustiva auditoría para determinar los niveles de contaminación que esta planta petrolera emite al medio ambiente.
Durante la jornada del 19 de febrero, el legislador puso de relieve que la refinería ha estado en funcionamiento durante 50 años, con una capacidad nominal para procesar 315 mil barriles de petróleo al día. Sin embargo, Quadri de la Torre destacó preocupaciones sobre su eficiencia operativa al señalar que trabaja a menos del 50% de su capacidad.
En su intervención, el diputado resaltó el predominio en el proceso de refinación de petróleo pesado, caracterizado por un alto contenido de azufre. Este hecho, señaló, conlleva a que más del 30% de la producción de la refinería sea combustóleo, un combustible altamente contaminante.
Quadri de la Torre también hizo hincapié en las pérdidas económicas que enfrenta la refinería, estimando alrededor de 35 dólares por cada barril de petróleo procesado, debido a la política gubernamental de subsidios para mantener estas operaciones de refinación.
Entre los aspectos más preocupantes resaltados por el legislador se encuentra la contribución de la refinería de Tula a la contaminación atmosférica del Valle de México. Según sus declaraciones, este complejo industrial representa la principal fuente de emisión de bióxido de azufre en la Ciudad de México, contribuyendo con casi el 40% de este contaminante.
Además, Quadri agregó que la refinería de Tula figura como la segunda mayor fuente de contaminación por partículas PM10 en Hidalgo, emitiendo alrededor de 5 mil 140 toneladas al año de estas partículas nocivas para la salud humana.
La clausura simbólica de la refinería y las exigencias de auditoría realizadas por el diputado del PAN resaltan la creciente preocupación por los impactos ambientales y sanitarios derivados de la actividad industrial en México, así como la necesidad de medidas más rigurosas para controlar y mitigar la contaminación.
Dulce Castillo
