Habitantes y activistas del municipio de Emiliano Zapata, en el altiplano hidalguense, han alzado la voz para exigir a las autoridades la pronta intervención en la investigación de presuntos casos de envenenamiento masivo de perros, que han conmocionado a la comunidad en las últimas semanas.
76 casos documentados
De acuerdo con activistas de la organización Huellitas en Espera, se han contabilizado al menos 76 casos de canes presuntamente envenenados en diversas colonias y comunidades del municipio. La situación ha generado alarma entre los residentes, quienes temen por la seguridad de sus mascotas y denuncian la crueldad de los actos.
Una de las zonas más afectadas es la comunidad de Santa Clara, donde se han encontrado rastros de alimentos contaminados con veneno. En esta localidad, los activistas documentaron un video desgarrador que muestra el momento en que dos perros perdieron la vida tras ser envenenados.
Evidencias de la tragedia
En el video, difundido por integrantes de Huellitas en Espera, se observa a un activista llegar a la escena donde un vecino intentaba desesperadamente salvar a uno de los perros afectados. A pesar de sus esfuerzos, el animal falleció poco después. Minutos más tarde, el equipo encontró a otro perro sin vida en las cercanías, confirmando la gravedad de la situación.
Protesta y llamado a la acción
La indignación de la comunidad ha llevado a los habitantes a organizar protestas para exigir a las autoridades municipales y estatales que investiguen los hechos y den con los responsables de estas acciones. Durante una de estas manifestaciones, los activistas denunciaron que los casos continúan ocurriendo, incluso mientras exigían justicia.
“Este tipo de actos no solo atentan contra los animales, sino también contra la vida silvestre y la paz de nuestra comunidad. No podemos permitir que esto siga ocurriendo. Pedimos a las autoridades que tomen cartas en el asunto de manera inmediata”, expresó uno de los líderes de Huellitas en Espera.
Los pobladores insisten en que este caso no debe quedar impune, pues representa un peligro para la fauna local y un acto de crueldad que debe sancionarse. Hasta el momento, las autoridades no han emitido un posicionamiento oficial, pero los activistas han prometido continuar con las movilizaciones hasta obtener respuestas concretas.