En un festín lleno de luz, música y alegría, el Nivel de Educación Indígena conmemoró de gran manera el tradicional Día de Muertos, una festividad que va más allá de las fronteras de la vida para honrar a quienes ya no están físicamente, pero viven en el corazón y la memoria de las comunidades.
La celebración, que tuvo lugar en un colorido encuentro, no solo fue una muestra de respeto a la tradición, sino también un esfuerzo por preservar una de las más importantes expresiones culturales de México. Esta festividad ha sido reconocida como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad desde 2008 por la UNESCO, destacando la riqueza y la profundidad de las prácticas culturales asociadas con el Día de Muertos.
En el evento, que contó con la asistencia de distinguidas personalidades, se hizo presente la representación de Natividad Castrejón Valdez, titular del Instituto Hidalguense de Educación (IHE), a través de Maricarmen Mandujano Cerrilla, subsecretaria de Administración y Finanzas. Además, en representación de Myrlén Salas Dorantes, subsecretaria de Educación Básica, estuvo Claudia Huerta Ruiz, directora Técnica de la Secretaría de Educación Básica (SEB). La presencia de figuras como Nancy Adriana León Vite, directora general de Educación Básica, José Luis Rivera Garay, director de Educación Indígena, José Reyes Ortiz Cruz, subdirector de Educación Primaria Indígena, y Bonny Lizeth Rivera Arrieta, subdirectora de Educación Inicial y Preescolar Indígena, resaltó la importancia que el sistema educativo otorga a la preservación de la cultura y las tradiciones.
Durante el evento, se llevaron a cabo diversas actividades culturales que reflejaron la riqueza de las tradiciones asociadas al Día de Muertos. Desde altares conmemorativos hasta presentaciones artísticas, la comunidad educativa indígena se unió para recordar y celebrar la vida de aquellos que han partido.
En su discurso, los representantes destacaron la trascendencia de esta festividad como un puente entre el pasado y el presente, subrayando la importancia de transmitir estas prácticas a las generaciones futuras para que la riqueza cultural perdure.
La celebración culminó con un mensaje de unidad y respeto hacia las tradiciones, reafirmando el compromiso de la comunidad educativa indígena en la preservación y difusión de las expresiones culturales que dan forma a la identidad del pueblo mexicano.