En un mundo donde la modernidad ha intentado ridiculizar y minimizar la existencia de los ángeles caídos, la película “Nefarious” emerge como un drama que cuestiona la eterna lucha entre el bien y el mal. Este filme, dirigido por un grupo de cineastas audaces, podría haber fácilmente sido una obra de teatro, ya que su trama se desarrolla principalmente en un escenario único e intenso.
“Nefarious” cuenta la historia de un condenado a muerte, poseído por un demonio, quien entabla una conversación con un psiquiatra ateo llamado James Martin, el mismo nombre que comparte con el jesuita norteamericano defensor de la homosexualidad. A medida que avanza la película, también se destaca un sacerdote progresista que no cree en la existencia de demonios. La película aborda las complejidades de la fe, la duda y la existencia del mal en un mundo contemporáneo.
La película ha generado dos enfoques muy distintos en su análisis. Por un lado, el sacerdote Javier Olivera, autor de “Que no te la cuenten”, explora el trasfondo espiritual y afirma que el espíritu maligno de la historia es verdaderamente demoníaco. Por otro lado, un par de críticos del cine que se consideran “objetivos” brindan un enfoque más escéptico, argumentando que la película es una experiencia y que la existencia de demonios es cuestionable en el mundo actual.
Ambos análisis son igualmente interesantes y plantean preguntas profundas sobre la creencia y la incredulidad en el siglo XXI. La película desafía la noción del relativismo nihilista que ha dominado la modernidad, donde la falta de creencia y la indiferencia espiritual se han vuelto comunes. Se plantea la pregunta de si el pensamiento contemporáneo ha perdido su capacidad de concluir y si vivimos en un mundo de premisas sin resolución, lo que lleva a la esterilidad del nihilismo.
La película sugiere que, a pesar de los esfuerzos por negar la existencia del mal, los demonios siguen resurgiendo, quizás porque Satán ha decidido dejar de ocultarse y enfrentar abiertamente su presencia. Sin embargo, la película también plantea la paradoja de que, en un mundo dominado por la indiferencia religiosa y la incredulidad, Satán se encuentra con una generación que se resiste a adorarle. La religión del mundo moderno se ha vuelto contra él, y la creencia vaga que ha sembrado ha evolucionado hacia un nihilismo que cuestiona el propósito del pensamiento en un mundo sin conclusiones claras.
La película “Nefarious” plantea preguntas profundas sobre la existencia del mal y la lucha entre la fe y la incredulidad en la sociedad contemporánea. Independientemente de la perspectiva de los espectadores, esta película despierta un debate fascinante sobre temas que siguen siendo relevantes en el siglo XXI.