La mañana de este viernes 20 de diciembre, el mundo de la lucha libre mexicana recibió una triste noticia: Miguel Ángel López Días, mejor conocido como Rey Mysterio Sr., ha fallecido. La noticia fue confirmada por la organización de lucha libre Triple A, a través de un mensaje en sus redes sociales, donde lamentaron profundamente su deceso y enviaron sus condolencias a la familia y seres queridos del icónico luchador.
¿Quién era Rey Mysterio Sr.?
Miguel Ángel López Días nació el 8 de enero de 1958 en Tijuana, Baja California, y a lo largo de su carrera se ganó el respeto y la admiración de los aficionados de la lucha libre en México y el mundo. Ingresó al mundo de la lucha profesional en 1976 y rápidamente destacó por su agilidad y estilo enmascarado, convirtiéndose en uno de los grandes exponentes de la lucha libre en el país.
Su nombre se hizo famoso principalmente en las décadas de los setentas y ochentas, cuando participó en grandes eventos del deporte. Uno de sus logros más recordados fue su participación en el “Memorial de Pat O’Connor Copa Internacional” en 1990, donde hizo equipo con Konnan para representar a México en un evento de alto nivel.
Rey Mysterio Sr. fue una figura clave en el desarrollo de la lucha libre en México y fue el tío del también famoso luchador Rey Mysterio Jr., quien ha llevado el legado de su familia a los cuadriláteros internacionales.
Un legado que perdurará
Además de su carrera como luchador, Rey Mysterio Sr. dejó una huella importante en el entrenamiento de nuevas generaciones de luchadores. Junto con Negro Casas y Super Astro, abrió un gimnasio donde formó a varios luchadores que hoy son figuras dentro y fuera de los cuadriláteros. Entre los luchadores que recibieron su enseñanza se encuentran Cassandro, Pequeño Damián 666, Señor de la Guerra, Fovia, Misterioso, y Ruby Gardenia, quienes agradecen el apoyo y la guía de Mysterio en sus carreras.
Aunque hasta el momento no se han revelado las causas del fallecimiento de Rey Mysterio Sr., los seguidores de la lucha libre mexicana y sus colegas recuerdan su legado como un luchador excepcional y un entrenador comprometido con el deporte. Su muerte es una gran pérdida para la lucha libre, pero su memoria y su influencia seguirán vivas en las generaciones futuras de luchadores.