Jair Velazquez
En un vibrante enfrentamiento en el Parque de los Príncipes, la selección femenina de fútbol de Estados Unidos se alzó con la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de París 2024, tras vencer a Brasil 1-0 con un gol crucial de Mallory Swanson en el segundo tiempo. Este triunfo representa el quinto oro olímpico en la historia del equipo estadounidense, y el primero desde Londres 2012.
GRAN VICTORIA ESTADOUNIDENSE
La victoria la recibió con júbilo por decenas de miles de fanáticos estadounidenses que llenaron el estadio parisino. Con el pitido final, los altavoces retumbaron al son de “Born in the USA” de Bruce Springsteen, mientras las jugadoras celebraban su regreso triunfal a la cima del fútbol femenino internacional.
El equipo, dirigido por la entrenadora Emma Hayes, destacó por su feroz ataque liderado por Swanson, Sophia Smith y Trinity Rodman, una temible delantera de tres puntas que dominó a lo largo de los Juegos. Este logro es especialmente significativo ya que marca un comienzo dorado para una nueva era en la selección estadounidense, que atraviesa un periodo de transición con la incorporación de nuevas jugadoras.
Estos fueron los primeros Juegos Olímpicos para nueve de las integrantes del equipo, quienes ahora aspiran a que este oro sea el inicio de un regreso al dominio después de algunos torneos decepcionantes. La victoria también es la primera en un torneo importante para la selección estadounidense desde la Copa del Mundo de 2019.
Por otro lado, Brasil, que ha demostrado ser un contendiente constante en el fútbol femenino, deberá conformarse con la medalla de plata. Esta es la tercera vez que las brasileñas se quedan con el segundo lugar en la historia olímpica, y marca un final agridulce para la legendaria Marta, quien ingresó al partido en el segundo tiempo con la esperanza de colgarse la tan ansiada medalla dorada antes de su retiro.
El torneo olímpico no fue fácil para Estados Unidos, que después de un inicio dominante, concluyó con tres victorias consecutivas por 1-0, necesitando tiempo extra tanto en cuartos de final como en la semifinal para asegurar su pase a la final. Sin embargo, el equipo mostró su capacidad para mantener la calma bajo presión, lo que finalmente les permitió reclamar el oro en París.
