La Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH) enfrenta un nuevo conflicto con sus estudiantes de la escuela superior de Atotonilco de Tula, donde estudiantes comenzaron un paro en protesta por la designación de Patricia Gutiérrez Oviedo como directora del campus.
Este episodio de tensión surge en medio de otro conflicto aún no resuelto en el Instituto de Artes de la UAEH, donde los estudiantes mantienen un paro de actividades desde el pasado 28 de agosto, exigiendo la destitución de la directora del instituto, María Teresa Paulín Ríos.
Los alumnos de la Escuela Superior de Atotonilco de Tula han organizado su protesta a través de redes sociales, utilizando el hashtag #ParoESAT para expresar su descontento con la decisión del consejo universitario de nombrar a Patricia Gutiérrez como directora del campus. Anteriormente, los estudiantes habían advertido que no aceptarían la reelección del entonces director, Josué Serrano, y ahora muestran su insatisfacción con la designación de Gutiérrez, a quien consideran representante de la misma administración.
Este nuevo conflicto representa un desafío adicional para el rector universitario, Octavio Castillo Acosta, quien se enfrenta a una creciente agitación estudiantil en la institución. Se esperaba que el lunes 11 de septiembre, los estudiantes inconformes del Instituto de Artes se reunieran con el rector para buscar una solución al conflicto, pero a través de un comunicado se anunció que la reunión se suspendía, convocando en su lugar a una asamblea estudiantil en el Instituto de Artes.
En el comunicado emitido por el Movimiento Estudiantil se critica la postura de las autoridades universitarias por posponer la reunión acordada y se reitera la disposición de los estudiantes para resolver el conflicto a través del diálogo.
La UAEH enfrenta, por tanto, un ambiente de tensión y descontento estudiantil que pone de manifiesto la necesidad de encontrar soluciones satisfactorias para las demandas de los estudiantes y restablecer la normalidad en sus actividades académicas. Las autoridades universitarias se enfrentan al desafío de gestionar estos conflictos y encontrar vías de entendimiento con los estudiantes.