El ex-presidente de Estados Unidos, Donald Trump, fue imputado este martes 15 de agosto por cuarta ocasión, esta vez por la Fiscalía del estado de Georgia, en relación a su presunta participación en un intento de anular los resultados de las elecciones presidenciales de 2020.
En una acusación formal de casi 100 páginas publicada el lunes por la noche, la fiscal estatal de Georgia, Fani Willis, ha presentado un total de 41 cargos criminales contra Trump y 18 personas más, señalados como sus cómplices en este supuesto esfuerzo por subvertir la voluntad del electorado.
La lista de acusados incluye prominentes figuras como Rudy Giuliani, John Eastman, Mark Meadows, Jeffrey Clark, Sidney Powell y Jenna Ellis, entre otros. Según se detalla en el documento legal, “El acusado Donald John Trump perdió las elecciones presidenciales de Estados Unidos celebradas el 3 de noviembre de 2020. Uno de los estados que perdió fue Georgia”, lo que según la fiscalía, dio origen a la serie de acciones ilegales para alterar el resultado.
La acusación presentada por Willis abarca una serie de cargos, entre los que destaca la violación de la ley RICO (Organizaciones Corruptas e Influenciadas por Mafiosos, por sus siglas en inglés). Este estatuto se diseñó para enjuiciar a organizaciones criminales involucradas en patrones de crimen organizado, que incluyen delitos como fraude, lavado de dinero, soborno y extorsión.
La fiscalía considera que la marca Trump operaba como una “empresa criminal”, y una condena bajo este cargo podría conllevar una pena de hasta 20 años de prisión.
La fiscal estatal Fani Willis ha afirmado que se ha emitido una orden de arresto contra Trump y sus asociados, y que se espera que el proceso judicial comience en un futuro próximo.
Este caso marca un nuevo capítulo en la saga legal que rodea al ex-presidente, quien ya había enfrentado otras imputaciones y juicios por distintos motivos a lo largo de su mandato y después de dejar el cargo.
La sociedad estadounidense se encuentra atenta a los desarrollos de este caso, que podría tener implicaciones significativas para el futuro político y legal de Donald Trump y sus aliados más cercanos.