El panameño Adalberto Carrasquilla y la haitiana Melchie Dumornay son los futbolistas del Año de la Concacaf, según el anuncio realizado este jueves por el organismo rector del fútbol en Norteamérica, Centroamérica y el Caribe. La elección se llevó a cabo a través de una votación que involucró a entrenadores, jugadores, medios de comunicación y aficionados, tomando en cuenta las destacadas actuaciones de ambos futbolistas durante la temporada 2023-2024.
Adalberto Carrasquilla: un pilar en el medio campo
Carrasquilla, actual volante del Houston Dynamo en la Major League Soccer (MLS), jugó un papel fundamental en la selección nacional de Panamá. Bajo su contribución, la selección logró avanzar a la final de la Copa Oro 2023 y alcanzar los cuartos de final de la Copa América celebrada en Estados Unidos a mediados de este año.
Además de su desempeño internacional, Carrasquilla fue clave para su club, ayudando al Houston Dynamo a conseguir la Copa de Estados Unidos de 2023 y a llegar a la final de la Conferencia Oeste de la MLS en la temporada pasada. Su habilidad y liderazgo en el campo fueron decisivos para los éxitos tanto de su selección como de su equipo.
Melchie Dumornay: una estrella en ascenso
Por su parte, Melchie Dumornay, quien actualmente juega para el Lyon en Francia, ha hecho historia al convertirse en la primera jugadora haitiana en recibir este premio y en la segunda caribeña, después de que la jamaicana Khadija Shaw lo obtuviera el año pasado. Dumornay se destacó durante el Mundial Femenino celebrado en Australia y Nueva Zelanda en 2023, donde representó a Haití con gran valentía.
En la Copa Oro de la Concacaf de 2023, Dumornay fue la máxima goleadora del torneo, lo que subraya su impacto en el fútbol femenino de la región. Además, su talento la llevó a ser nombrada Jugadora Joven del Año en la Liga de Campeones de la UEFA, un reconocimiento que resalta su potencial y habilidades excepcionales en el deporte.
Un reconocimiento merecido en Concacaf
El nombramiento de Carrasquilla y Dumornay como Jugadores del Año de la Concacaf es un reflejo del crecimiento del fútbol en la región y del impacto de estos atletas en sus respectivas selecciones y clubes. Su desempeño no solo ha elevado su estatus individual, sino que también ha contribuido al desarrollo del fútbol en Panamá y Haití, inspirando a futuras generaciones de futbolistas en la Concacaf.