El conflicto entre los habitantes de las comunidades de Coamila y Rancho Nuevo, en el municipio de Huejutla, y el grupo bautista que reside en la región, ha llegado a su fin tras la intervención del gobierno de Hidalgo.
El secretario de Gobierno, Guillermo Olivares Reyna, encabezó una reunión en la que se firmó un convenio que resolvió las diferencias.
El conflicto surgió por la negativa del grupo bautista a participar en las faenas comunitarias establecidas por usos y costumbres
Fue resuelto por un documento en el que se establecieron siete compromisos
Incluyendo la reincorporación de los bautistas a sus comunidades y el respeto mutuo a la libertad de culto.
El grupo bautista, por su parte, aceptó el pago de las faenas no realizadas en el pasado.
El convenio fue firmado por Genaro Oropeza Hernández, delegado auxiliar municipal de Coamila; Gervasio Robles Hernández, delegado de Rancho Nuevo
Rogelio Hernández Baltazar, representante del grupo bautista de Rancho Nuevo; y Juan Nicolás Hernández Solórzano, representante del grupo bautista de Coamila.
Además, el licenciado Arturo Durán Rocha, notario público de Huejutla, certificó la fe de hechos, constatando que las viviendas y una casa de oración estaban listas para el retorno de los bautistas.
A pesar del acuerdo, algunos sectores religiosos vinculados a intereses políticos han intentado influir en los bautistas para que desistan de sus compromisos
Argumentando desinterés por parte del gobierno estatal.
No obstante, los documentos firmados previamente demuestran el compromiso del gobierno de Hidalgo para resolver este conflicto en la región huasteca.