Jair Velazquez
El fútbol italiano está de luto tras el fallecimiento de Salvatore “Totò” Schillaci, el legendario delantero que se convirtió en el máximo anotador del Mundial de Italia 1990. Schillaci, de 59 años, falleció este miércoles después de estar hospitalizado durante once días en Palermo, donde era tratado por cáncer de colon. La ciudad siciliana, lugar de origen del exjugador, rendirá homenaje con una vista pública en el estadio Renzo Barbera antes del funeral.
Un héroe inesperado en Italia 1990
Schillaci pasó a la historia del fútbol mundial gracias a su memorable actuación en el torneo de 1990, cuando Italia fue sede de la Copa del Mundo. A pesar de haber sido una figura secundaria antes del torneo, Schillaci se convirtió en una sensación, anotando seis goles y ganándose el Balón de Oro como mejor jugador del certamen. Su primer tanto llegó en el partido inaugural contra Austria, donde entró de recambio y marcó el gol de la victoria por 1-0. Curiosamente, Schillaci no había anotado con la selección italiana antes de ese torneo, pero al final de su carrera internacional, se retiró con un total de 16 apariciones y siete goles, seis de los cuales fueron en ese inolvidable Mundial.
Italia terminó en el tercer lugar tras vencer 2-1 a Inglaterra en el partido por el tercer puesto, con Schillaci anotando el gol decisivo desde el punto penal. Su rostro, lleno de emoción, se convirtió en un símbolo de las “noches mágicas” de Italia 90, que aún resuenan en la memoria colectiva del país.
Homenajes de figuras y clubes
La noticia de su fallecimiento ha generado una ola de homenajes tanto de figuras del fútbol como de personalidades públicas. El presidente de la Federación Italiana de Fútbol, Gabriele Gravina, anunció que se guardará un minuto de silencio antes de todos los partidos en Italia durante el resto de la semana. “Las celebraciones incontrolables, en las que su rostro era símbolo de alegría compartida, permanecerán por siempre como parte de la historia del fútbol italiano”, expresó Gravina.
Gravina también destacó el espíritu de Schillaci: “Totò fue un gran jugador, un símbolo de deseo tenaz y redención. Su fútbol estaba lleno de pasión, y su espíritu sin miedo hizo que todos lo apreciaran y lo dejará como un inmortal”.
La primera ministra italiana, Giorgia Meloni, se sumó a los homenajes, publicando en X: “Gracias por las emociones que nos diste, por hacernos soñar, alegrarnos, abrazarnos y ondear la tricolor”. En el mundo del fútbol, los clubes por los que pasó también le dedicaron emotivos mensajes. “Ciao Totò”, escribió Juventus en su cuenta de Instagram. Por su parte, el Inter de Milán recordó su legado: “Hiciste a una nación entera soñar durante las noches mágicas de Italia 90”.
Roberto Baggio, quien compartió vestuario con Schillaci en aquel mundial y anotó el primer gol en el partido por el tercer puesto contra Inglaterra, se despidió con un emotivo mensaje en redes sociales: “Ciao, mi querido amigo”.
Un legado que perdurará
Schillaci comenzó su carrera en el Messina, y su paso por clubes como Juventus e Inter de Milán consolidó su nombre en el fútbol italiano, antes de terminar su carrera en Japón. Sin embargo, siempre se le recordará por su histórica actuación en Italia 1990, donde sorprendió al mundo y se ganó un lugar entre los grandes de su generación, superando a leyendas como Lothar Matthäus y Diego Maradona en la carrera por el Balón de Oro del torneo.
El fútbol italiano pierde a uno de sus héroes más inesperados, pero su legado y las emociones que generó en millones de aficionados perdurarán por siempre. “Ciao, Totò”, será el adiós que retumbará en los estadios de Italia, donde su nombre siempre estará asociado a los momentos más gloriosos de la Azzurra.
Abigail Santos
